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 Pitu en el suelo

  Pitu, en el suelo, lamenta una ocasión perdida. Poco después haría el 1-0.                               Foto: GACETA

Aurelio Maroto

La Solana: Toni Huertas, Juli, Araque, Javi Núñez, Mini, Jesús Bueno, José Pedro, Michel, David Sevilla, Capelo y Pitu. En la segunda parte salieron Colchón, Juande, Matías, Palacios y Almarcha.

Almagro: Alberto, Marcos, Ramírez, Ángel, Miguel, David, Luis Paz, Peñuela, Salva, Mario y Santi. También jugaron Ángel, Jorge, Alberto y Fran.

Árbitro: Bustos de Lamo. Amonestó a los locales Araque y Almarcha, y a los visitantes Miguel, David, Salva. Expulsó con roja directa a Marcos.

Goles: 1-0 m.86 Pitu.

Incidencias: Más de 400 espectadores en La Moheda en tarde fresca. Minuto de silencio por el socio Juan Manuel Moreno.

Comentario: José Javier García “Pitu” necesitaba marcar. La sequía del nueve amarillo duraba demasiado, de acuerdo con la deriva general de su equipo, reñido últimamente con la portería contraria. Pero no hay mal que cien años dure, sobre todo cuando uno busca la cura. Obstinado en la porfía en cada jugada, en cada balón, su gol ante el Almagro fue un arquetipo pitusiano. Marcó por bemoles en un balón nada fácil dentro del área que, de paso, otorgó una victoria agónica, pero totalmente merecida a los suyos.

         La Solana se reencontró con el triunfo y volvió a premiar a su leal hinchada con retazos de buen fútbol. Lo hizo ante un Almagro que llegaba en su mejor momento, pero que no tiró a puerta y siempre pareció firmar el empate. Tal vez las ausencias de Darío, todo hay que decirlo, no le permitían optar a más botín en La Moheda. La realidad es que La Solana fue mejor, sobre todo en la reanudación.

         La primera parte fue poco brillante. El Almagro mantuvo bien la compostura atrás, tapando como podía los arreones locales. David Sevilla apareció más, mientras que José Pedro y Jesús Bueno, futbolistas de toque fino pero que abarcan poco campo, ayer pisaron más zonas que de costumbre, y eso facilitaba el desorden defensivo de los rojillos. En una de esas rupturas, Pitu estuvo a punto de marcar. En otra, David Sevilla dibujó un precioso pase interior que Jesús Bueno no pudo terminar en gol.

         La Solana se fue al descanso sin premio, pero con mejores sensaciones que en los últimos partidos en casa. La segunda parte multiplicó el dominio y las ocasiones amarillas. Por momentos, el equipo recuperó la frescura. José Pedro, incansable también en los movimientos sin balón, se encontró un balón franco ante Alberto, pero éste detuvo bien situado. Era el minuto 13. Tres después, Araque cabeceó a gol una falta lateral, pero el auxiliar levantó el banderín ante el enfado local. En el minuto 20, Pitu casi acertó en un centro de Capelo, y a los 25 Juli cabeceó un balón que rozó el poste derecho.

         El partido era propiedad amarilla, pero el Almagro resistía. A diez minutos del final llegó la expulsión de Marcos por agredir a Araque con el juego parado. El central amarillo respondió con la misma moneda, pero sólo vio amarilla. Poco después llegó el gol de Pitu. Sin embargo, reducir la explicación de la derrota almagreña a ese lance es, como mínimo, simplista. La Solana ganó porque puso más fútbol y más ocasiones. La afición, consciente de que su equipo no se comió el pan a traición, despidió a los suyos con un baño de cariño en forma de aplausos.

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