Los directivos de la Vera Cruz, resignados tras la suspensión            Foto: GACETA

Paulino Sánchez

Las tormentas primero y la lluvia continuada después, a lo largo de varias horas, impidió la salida de varias procesiones de miércoles, jueves y viernes santo. Si en la noche del miércoles ya se produjo la suspensión del Vía Crucis, en la tarde del jueves los seis pasos de la cofradía de la Vera Cruz se encontraban preparados en sus carrozas y adornados con flores en la parroquia de Santa Catalina, así como las tres bandas que intervendrían en el desfile, pero ante la imposibilidad de salir por el fuerte aguacero, el presidente Pedro Marín, anunciaba la suspensión. Posteriormente, las bandas de San Sebastián, Jesús Rescatado y finalmente la Municipal, interpretaron varias marchas procesionales en el interior del templo, finalizando con el rezo de una oración por el párroco, Benjamín Rey.

La Junta de Jesús anunciando la suspensión                                         Foto: GACETA

La madrugada se presentó igualmente lluviosa y ante la imposibilidad de la salida de los cuatro pasos de la cofradía de Jesús Rescatado, con los numerosos penitentes y fieles que llenaban la parroquia de San Juan Bautista de la Concepción, era el presidente Francisco Nieto Montoya, el que anunciaba la suspensión, interpretando varias marchas la banda de la cofradía, ya que la cantidad de asistentes hizo imposible el acceso al templo de las otras dos bandas que iban a desfilar, la de San Sebastián y la Municipal, siendo interpretadas asimismo varias saetas.

Salida del estandarte y los pasos en la procesión del Santo Entierro                 Foto: GACETA

Durante la mañana del viernes se trasladaron desde la ermita del Calvario a la Iglesia de Santa Quiteria los pasos de la Virgen de las Angustias y el de la Santa Cruz. Allí esperaron en el interior del templo junto a los cuatro de la cofradía del Entierro de Cristo, el Cristo de la Agonía, El Calvario, Santo Sepulcro y Virgen de la Soledad, hasta las ocho y cuarto de la tarde.

Normalmente, los dos primeros salen de su ermita hasta la plaza de Santa Quiteria, donde les esperan los otros cuatro para continuar juntos en procesión. Al igual que hace cuatro años se concentraron en el segundo templo, para salir conjuntamente si el tiempo lo permitía. Y aunque a lo largo de la tarde volvía a llover, a la hora de la salida de la procesión del Entierro de Cristo, las ocho y cuarto de la tarde, la climatología permitió que comenzara el desfile procesional, con los pasos anteriormente señalados y el acompañamiento de las tres bandas locales.

La procesión realizó el amplio recorrido a un paso más ligero, por temor a la lluvia, siendo numeroso el público que la presenció. Detrás del  último paso  figuraban los párrocos locales, así como las autoridades municipales encabezadas por el alcalde Diego García Abadillo y el presidente de la Diputación Nemesio de Lara. Aunque en algún momento aparecieran los paraguas, la lluvia no llegó hasta poco después de finalizar la procesión.