Ángel Crespo acabó muy enfadado                                                Foto: Sebas Candelas 

     Aurelio Maroto
     El Promociones Renova Uno se ha metido en un lío inesperado. Cuatro derrotas consecutivas han colocado al equipo en una difícil situación, hasta el punto de que la categoría peligra. El sábado, el equipo naufragó frente al Gerindote tras un partido horrible. Una derrota humillante por cuanto los toledanos llegaron con los cinco justos, sin cambios ni nadie que les dirigiera. En verdad, la imagen de un banquillo visitante completamente vacío era desoladora, mientras en el local había "overbooking". 
     Tras un partido igualado en los dos primeros cuartos, parecía que el físico haría mella tras el descanso y los solaneros se harían fácilmente con el partido. De hecho, el Renova Uno se fue 8 puntos arriba avanzado el tercer cuarto, mientras el Gerindote parecía dar síntomas claros de rendición. Pero no. Los amarillos entraron en un frenético carrusel de errores, malos pases, tiros apresurados y mal balance defensivo que dio vida a su mermado rival. Hasta el punto de igualar la contienda y acabar ganando casi con la gorra.
     Al término del encuentro, a Ángel Crespo le pinchaban y no le encontraban la sangre. Era la viva imagen de la impotencia. En declaraciones a Radio Horizonte admitió su decepción y no ocultó su enfado. La única explicación que encontraba es que el equipo se relajó ante un rival tan mermado. Pero la realidad es que no hay excusa para tamaño fracaso, entre otras cosas por que no es la primera vez que ocurre en los últimos partidos ante rivales sin gente. 
     Ahora toca remar para evitar el desastre de un descenso posible. El Renova Uno tendrá que ganar sus dos partidos ante Mocejón y Carranque para olvidarse del Membrilla, el gran rival ahora. Veremos qué pasa.