El doctor Pablo García habló sobre la enfermedad de Alzheimer                                Foto: GACETA

     Paulino Sánchez

   Tratar con respeto y aprender a afrontar esos periodos de vitalidad que pueden tener por estar desconcertados, es el mensaje que quiso enviar a los familiares de enfermos de Alzhemier el médico Pablo García, a los asistentes a la charla ofrecida dentro de las actividades organizadas con motivo de las III Jornadas de Educación para la Salud, celebrada en el auditorio del Don Diego.

   A lo largo de su intervención quiso dejar claro que más que hablar de la enfermedad lo que quería era informar a los familiares de las personas que la padecen, la forma de ayudarles a los cuidadores a soportar mejor a  las personas que están a su cargo. García señaló que los enfermos tienen sus propios sentimientos, aunque  son unas personas que van pasando de una etapa de adultos a niño, pero  tienen sus sentimientos y los conservan hasta  la última etapa de su vida, por lo que hay que tratarlos con respeto. Recomendó mucha paciencia, tratarlos como adultos que son, respetando  su propia intimidad y procurando afrontar el rechazo que el propio paciente tiene hacia los familiares, porque llega un momento en el que ni siquiera los reconoce.

   Habló asimismo del desgaste de los cuidadores, enseñando las características de la enfermedad y cómo afrontar los procesos que pueden seguir los  pacientes y, sobre todo,  informarles sobre las posibilidades de ayuda existentes, que dijo son muchas y hay que aprovecharlas.

  Sobre la forma en la que retrasar la aparición de la enfermedad, informaba  Pablo García, que la enfermedad es una demencia progresiva, indicando que hay que mantener un ejercicio adecuado, con actividad intelectual, que puede retrasar su llegada un poco en el tiempo. Las causas de la misma, añadía, no se conocen bien, pero están muy en relación con la edad. Y sobre  el porqué hay más mujeres que hombres con esa enfermedad, señalaba que  es porque suelen vivir más con los hombres, porque suele afectar a todos los adultos y de todas las razas, recomendando mucha paciencia a los cuidadores.