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Paulino Sánchez

“El premio a una trayectoria musical que comencé con mi abuelo”. Así califica Francisco Mateos Aparicio Romero de Ávila el premio extraordinario de carrera fin de curso de Magisterio Musical que ha recibido por su dedicación a la música desde muy pequeño, afición que nació junto a su abuelo materno, el veterano músico Joaquín Romero de Ávila, popularmente conocido como “Cantina”.

   El premio le fue entregado por el también solanero presidente de la Diputación, Nemesio de Lara, en un acto celebrado en la Facultad de Educación Especial, con asistencia de diferentes autoridades provinciales y académicas.

El joven músico solanero se mostraba muy satisfecho por el premio que señalaba que “es un orgullo que no esperaba, pues a lo largo de la carrera me limitaba a aprobar las asignaturas, pero  cuando me llamaron para comunicarme el premio me sorprendió, aunque me alegró mucho”.

   Cree que el galardón es la recompensa a una trayectoria, ya que comenzó desde bien pequeño en el mundo de la música. Con siete años ingresó en la Escuela de Música Municipal, además de compartir con su abuelo Cantina la ilusión por la música. Acudía con sus padres a verlo actuar en las verbenas de las fiestas de la localidad.

  Recuerda que comenzó desde muy pequeño con su abuelo con el teclado primero y luego con el clarinete. Ha estado toda la vida ligado a su abuelo, con el dúo Canticol en verbenas y otras actuaciones.

   Cuando estaba estudiando 3º de ESO se matriculó en el Conservatorio de Ciudad Real, y este año se ha matriculado en el Conservatorio de Córdoba, al mismo tiempo que prepara las oposiciones a maestro de educación musical.

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