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Paulino Sánchez

    Un total de veintidós alumnos del Centro Ocupacional “Virgen de Peñarroya” colaboraron en  la Jornada de Voluntariado Ambiental, organizada por FIRE (Fundación Internacional por la Restauración  de Ecosistemas), en la que se plantaron más de 200 plantas autóctonas en una parcela, justo al lado de unos cultivos.

   Según declaró  el coordinador de proyectos de la Fundación, José Ignacio Gómez, la actividad está enmarcada dentro de la iniciativa “Islotes y costas en mares agrícolas, campos de vida” de la FIRE, con la que se pretende conciliar  la actividad agraria con la conservación de la naturaleza, renaturalizando el campo, potenciando un aprovechamiento sostenible del medio rural.

  Gómez señalaba que los ejes del proyecto son la revegetación de bordes de caminos, lindes y ribazos y la introducción de vegetación leñosa densa (islotes), constituidos por árboles y arbustos nativos, en paisajes agrícolas muy deforestados (mares).

  Con ello, añadía el responsable de FIRE, se promueve que las actuaciones  de restauración sean ejecutadas principalmente por voluntarios, se fomenta sobre todo la participación de niños  y jóvenes de las localidades efectuadas. De esta forma, añadía, se fomenta la sensibilización de la población local.

    Lo que se pretende con la creación de estos islotes de vegetación, en un mar de cultivos agrícolas  se pretende incrementar  y conservar la biodiversidad. Gómez señalaba que tomaron contacto con el Centro Ocupacional al elaborarse para ellos una serie de cajas para las aves insectíboras que colocan en los árboles.

   Los alumnos participantes, que estuvieron acompañados por diversos monitores del centro, compartiendo una jornada de campo en una parcela, cercana a la ermita de San Antón, cedida por su propietario.     

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