Aurelio Maroto
     Arrancada de caballo, parada de burro. El CB Promociones Revova Uno se las prometía felices tras derrotar al Hellín en su estreno liguero en 1ª Autonómica, pero no ha tardado en comprobar la dureza de la competición. El sábado caían derrotados severamente en Manzanares ante el CB Primera Ópticos y ayer martes también hincaban la rodilla en el pabellón La Moheda frente al Villarrobledo, aunque por un resultado mucho más ajustado (73-79) y después de forzar una prórroga. Al igual que sucediera tantas veces la temporada pasada, el equipo de Ángel Crespo volvió a dejarse avasallar en los últimos dos minutos con 5 puntos arriba.
     En cualquier caso, la preocupación no es importante por cuanto los objetivos son mucho menos exigentes. Aunque la base del quinteto titular se parece mucho a la que jugaba en 1ª Nacional, las rotaciones marcan la diferencia respecto a temporadas anteriores. La llegada de varios jugadores del equipo junior ha rebajado el nivel competitivo, lo cual no debe preocupar. El club parece tener clara su apuesta por los jóvenes valores, a los que no se puede, ni se debe, exigir más allá del compromiso diario a la hora de entrenar y jugar. Su progresión necesita tiempo y ellos son el futuro del club, entre otras cosas por que no hay dinero para llevar una política distinta.
     Esa confianza debe mantenerse hasta el final. Al fin y al cabo, el equipo ha demostrado que puede ganar y sólo el paso de los partidos irá definiendo hasta dónde se puede llegar.