Aurelio Maroto
La juventud solanera ha sido llamada de nuevo a un curso para conocer los peligros de la drogadicción y actuar en consecuencia. A través del Plan Municipal de Drogas, la concejalía de Sanidad ha logrado reunir a una quincena de jóvenes para un curso de 20 horas cuyo objetivo es “darles herramientas útiles para que tengan una alternativa a las drogas”, según declaró el monitor, Alfonso Guerra.
Durante la semana que durará esta actividad, la metodología se centrará en conseguir que los alumnos “busquen alternativas y aprendan a ser más críticos con las cosas que hacen”. En opinión del monitor, son clave las habilidades sociales para aprender a decidir por uno mismo.
Pero la realidad es tozuda y el trabajo arduo. Guerra recordó que la edad de inicio de consumo ha bajado mucho en los últimos tiempos y lo achaca a una razón fundamental: “está bien visto beber un chato de vino, fumarse un porro o irse de botellón”. Cree que mientras estas prácticas se vean como algo natural y no como un tema de salud “no podremos atacar el problema”.
La concejala de Sanidad, Manoli González, que asistió a la presentación oficial de este curso, insistió en el propósito fundamental del mismo “que estos jóvenes hagan de mediadores y trasladen su aprendizaje su sus propios ambiente”.