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La ciudad

Gabriel Jaime

Un amplio y ameno recorrido por todos los días que componen la Semana Santa y su simbolismo para los cristianos, unido a los recuerdos de su niñez al llegar estas fechas, fue el contenido esencial del pregón que realizó Francisca María Serrano de la Cruz para anunciar la Semana de Pasión solanera, en un acto que reunió a mucha gente en el Teatro Tomás Barrera. La pregonera hiló la tradición histórica con las vivencias en la localidad de unos días que ha gozado intensamente desde siempre por pertenecer a una familia muy vinculada a la Iglesia, argumentando que “su pregón está hecho desde el corazón”.

La Junta de Hermandades de Pasión le confió a Francisca María Serrano de la Cruz la responsabilidad de anunciar la Semana Santa solanera y esta no defraudó, a través de un texto muy descriptivo y lleno de recuerdos y emociones, que leyó con gran aplomo, dinamismo y continuidad.

El acto se desarrolló por primera vez en el Teatro “Tomás Barrera” cuyo escenario se llenó de los estandartes procedentes de las distintas cofradías y hermandades relacionadas con la Semana de Pasión solanera, posando también los presidentes de las mismas, los dos párrocos y el alcalde de la localidad Diego García-Abadillo.

La pregonera de este año es la séptima mujer que anuncia la llegada de estos días, según comentó el presentador, Paulino Sánchez, quien realizó una breve semblanza de la protagonista. El mantenedor habló de una persona muy ligada a la iglesia como buena parte de su familia, enumerando algunos de ellos y su vínculo con la comunidad católica. De igual forma, el presentador narró algo de la vida profesional de la pregonera que pronto cumplirá las bodas de plata en la Universidad Popular, hablando también de sus experiencias con el Aula de la Mujer y otras actividades que realiza habitualmente. Sánchez tampoco olvidó la faceta como mujer cuidadora de su familia, lo que provocó cierta emoción en la pregonera.

Seguidamente, comenzó el pregón que su creadora dedicó a toda su familia, reconociendo que no fue fácil asumir la responsabilidad de elaborar un texto que ha hecho con “cariño, empeño y buena voluntad”, dijo.

En las primera líneas, Francisca María Serrano de la Cruz habló de los recuerdos de su niñez al llegar estos días, relatando varias circunstancias de “una niña que le gustaban las procesiones y se preparaba para la Semana de Pasión”. Desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, la pregonera pasó por los momentos más significativos de esta semana con días primero de preparación y reflexión con los Santos Oficios y Vía Crucis entre otras actividades. En este sentido, se detuvo en el gran trabajo que se realiza y la ilusión que pone al planchar las túnicas de demás complementos para sus hijas.

Por lo que respecta a los días más llamativos con sus correspondientes procesiones, Serrano de la Cruz definió al Jueves Santo como el primero de las más importantes para los católicos, mezclando como surgió todo en la edad de Cristo y como se simboliza en La Solana. Al respecto, se refirió a la procesión que organiza la Santa Vera Cruz y la Virgen de la Esperanza “que tiñe de verde las calles de la localidad con toques de tristeza”.

Otro punto de interés coincide con la procesión de madrugada “y la salida de Jesús el del Convento, con un ambiente morado, con silencio y orden, que acompaña la Virgen de la Soledad”. Aquí habla de un momento muy significativo para muchos solaneros. Llegado este día, la pregonera no olvida “el ritual” que hacía cuando era niña acompañada de su familia, emocionándose con las comidas familiares que preparaba su madre, ya desaparecida.

En torno a la procesión del Santo Entierro, Serrano de la Cruz reconoció llorar “al ver a la Virgen con su hijo muerto”, haciendo mención al Sepulcro que inmortalizó su abuelo Neftalí.

Del sábado de gloria, dijo que “es un día de luto inmenso, de silencio y de la espera de la resurrección”, llegando a la procesión donde Jesús y su madre se encuentran con una gran lluvia de caramelos en la localidad.

La pregonera finalizó su intervención con el deseo de “que no volvamos la espalda ni cerremos los ojos a la realidad del mundo”, con un recuerdo para los más necesitados con el fin de que “vivamos la Semana Santa en toda su dimensión sin resentimientos, por lo menos durante estos días”.

La protagonista de la noche obtuvo una sonora y cerrada ovación por parte del respetable una vez que concluyó la lectura de su trabajo, recibiendo una placa conmemorativa y un ramo de flores por parte del presidente y vicepresidente de la Junta de Hermandades de Pasión.

Así finalizó la primera parte del acto, que como en años anteriores, contó con la participación del conjunto instrumental de la Escuela Municipal de Música y Danza que dirige Ángel Sancho Moraga, que interpretó varias marchas procesionales. El repertorio estuvo compuesto por las partituras “Esperanza Marinera”, “Cristo de los Desamparados”, “Virgen del Valle”, “Mater Dilectissima” y “Nuestro Padre Jesús Rescatado”, esta última dedicada a la memoria del que fuese directivo de varias cofradías, Manuel Delgado Flores, fallecido recientemente.

Como bis se interpretó el popular tema de “La Saeta” acompañado por el coro, recibiendo los calurosos aplausos del respetable tras la finalización de cada tema.

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