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     Aurelio Maroto
     La Junta Directiva del CF La Solana mantendrá su confianza en Paco Fuentes, al menos de momento. Anoche se reunió para analizar los últimos resultados y, en especial, la derrota del domingo ante el Villarrubia, que significó la pérdida del liderato y provocó el enfado de un sector de la afición como no se había producido hasta ahora. Los dirigentes amarillos no son ajenos al deterioro del juego del equipo, plasmado en tres derrotas en los últimos cuatro partidos, que han complicado las opciones de ascenso directo, incluso la promoción, ahora mucho más reñida que hace tan sólo un mes.
     La reunión urgente, y en caliente, que la cúpula directiva del club mantuvo con Fuentes nada más acabar el partido del domingo no se puede considerar como anecdótica. De hecho no lo es. El presidente pidió explicaciones al técnico valdepeñero y le preguntó si se sentía con fuerzas para seguir. A buen entendedor, con pocas palabras bastan. La experiencia nos dice que la directiva ha perdido la confianza en Fuentes, al menos en parte. Pero éste afirmó que su compromiso y sus fuerzas siguen siendo sólidas y el presidente no fue más allá.
     Cuando uno habla con las dos partes colige que Paco Fuentes tiene un ultimátum desde el domingo. Aunque la directiva lo ratificó anoche, la situación no ha variado. Una derrota el domingo que viene en Villamalea podría precipitar los acontecimientos, y el eslabón más débil siempre es el mismo: el entrenador.
     Dicho esto, que no es más que la realidad de la situación, se puede hablar de la oportunidad o idoneidad de prescindir de un hombre como Paco Fuentes en este momento decisivo del campeonato. La directiva sabe que Fuentes es un trabajador nato y que su dedicación al club y al equipo es absoluta. Nadie le discute su nivel de compromiso ni los esfuerzos que ha hecho, y está haciendo, por alcanzar el objetivo del ascenso. Se ha fajado para encontrar campos decentes donde entrenar, para fichar los mejores futbolistas y para ayudar a que La Solana recupere su sitio en Tercera División. Además, cesarle a falta de seis o siete partidos para acabar la competición, podría ser un revulsivo, sí, pero también podría confundir al equipo y liar aún más las cosas. La reacción de un sector de la afición el domingo es lo normal en momentos así. 
     El deseo de todos es que el objetivo lo cumplan quienes lo empezaron, y Paco Fuentes ha sido, y es, una pieza clave en ese puzzle. Pero también es verdad que los resultados cantan y su crueldad precipita las cosas. La directiva es quien tiene que ver si Fuentes es un problema para el rendimiento de ese vestuario, o si por el contrario, es parte decisiva en la solución para recuperar la senda de la victoria. No olvidemos que el CF La Solana sigue manteniendo sus opciones de ascenso intactas. La directiva tendrá la última palabra, y nos consta que su decisión, sea cual sea, no será fácil, ni tal vez unánime.  

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