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-Fundadores de Quintería durante el coloquio

        Aurelio Maroto

       Dicen que recordar es volver a vivir, y eso pasó exactamente durante la charla sobre literatura solanera organizada por la Fundación ‘Paulino Sánchez Delgado’. El auditorio de la Biblioteca Municipal vivió casi en familia un encuentro donde se habló de poesía, de prosa, de libros… de cultura en suma. Fue un hermoso recordatorio de certámenes literarios, de premios y de anécdotas por doquier. Y fue, también, una suerte de homenaje al mítico grupo Quintería, el primer colectivo de poetas y prosistas solaneros que marcó un época entre 1978 y 1985.

     En la mesa había cuatro componentes de Quintería: Paulino Sánchez, Santiago Romero de Ávila, Luis Romero de Ávila y Juan de Mata, supervivientes de un momento donde la creación literaria estaba muy limitada y donde este grupo de fanáticos de la pluma puso su particular pica en Flandes.

“Fue un acuerdo de varios entusiastas que nos costeábamos los gastos que había”, recordó Paulino Sánchez. En efecto, los certámenes de Quintería no tenían premios en metálico, pero había que sufragar los gastos. Uno hacía los símbolos –las cuatro cosechas de La Mancha: segador, olivarero, viñador y azafranero- otro pagaba el vino honor… Uno de esos años, Santiago Romero de Ávila incluso tuvo la idea de llevar a sus compañeros de grupo a una quintería auténtica para fallar un certamen. No podía haber mejor paraje para rendir culto a la denominación oficial.

-Charla Quintería

Luis Romero de Ávila destacó el alto nivel de los poetas que fueron concurriendo a los concursos. “Vino gente de mucha categoría, de lo mejor que había entonces, por ejemplo Rafael Fernández Pombo o Valentín Arteaga”. “Se peleaban por nuestros premios aunque no hubiera dinero”. Juan de Mata Prieto ‘Matas’ recordó cómo nació aquella aventura: “Nos juntamos en el bar de Bernardino y ahí empezamos; aquello fue apasionante”. Santiago Romero de Ávila insistió en que “éramos un grupo de amigos que no teníamos ni estatutos ni nada, solo nos gustaba la poesía, convocábamos los certámenes y hacíamos lo que buenamente podíamos”. Y cree que aquella semilla estimuló a los jóvenes a empezar a escribir.

Con el tiempo, Pan de Trigo publicó los más de 300 poemas recibidos y la cuarentena aproximada de premios entregados. La alcaldesa, Luisa Márquez, el delegado de Bienestar Social, Eulalio Díaz-Cano y la concejala de Cultura, Ángela Notario, fueron testigos presenciales del coloquio.

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