Nazarenos sacan a duras penas el paso del Ecce Homo debido a la fuerte ventisca Foto: GACETA
Paulino Sánchez
La lluvia ha dado tregua a las tres grandes procesiones de nazarenos de La Solana. Eso sí, desafiando a un tiempo desapacible y con la duda constante de la previsión meteorológica, muy cambiante de un momento para otro. La Santa Vera Cruz fue la primera en salir la noche del Jueves Santo, no sin dudas y en una noche de perros. El agua ya había impedido la salida del Vía Crucis del Cristo del Amor la noche anterior, por lo que la lectura de las estaciones y los cánticos se realizaron en el interior de Santa Catalina.
Curiosa imagen del Niño Jesús cubierto por un plástico. Al fondo, Jesús Orando en el Huerto Foto: GACETA
El Jueves Santo no llovía a las 9 de la noche, pero el riesgo estaba ahí y el viento soplaba con fuerza. Tras debatirlo hasta última hora, la cofradía de la Vera Cruz y Virgen de la Esperanza optó por salir. Minutos después de las 21 horas se abrieron las puertas de Santa Catalina, saliendo a la Plaza Mayor el estandarte y el Niño Jesús (protegido por un plástico), a los que seguía la banda de cornetas y tambores de Jesús Nazareno de Membrilla. El paso de Jesús orando en el Huerto era seguido por la representación de cofradías y hermandades de Pasión, delante del paso del Ecce Homo, conocido como el de la capilla colorá.
Jesús estrenó esta túnica de terciopelo y una corona de espinas natural en el paso del cirineo Foto: GACETA
La Agrupación Musical de San Sebastián, con su uniforme de gala de la Guardia Civil, desfiló delante del paso de Jesús con la Cruz a cuestas y el cirineo. La imagen de Jesús estrenaba una túnica de terciopelo granate y una corona de espinas natural. Por su parte, el Cristo del Amor también estrenó un sudario, asimismo granate, similar al del estandarte viejo de la cofradía. Detrás tocaba la Banda Municipal de La Solana, que al aparecer en el pórtico de Santa Catalina el Cristo interpretó la marcha que en su día se compuso en su honor.
Nazarenos de la Esperanza durante la procesión Foto: GACETA
Las túnicas de color verde acompañaron al paso de la Virgen de la Esperanza, que este año ha estrenado un ajuar interior, compuesto por tres enaguas y camisa. Cerraba la procesión el párroco de Santa Catalina, Benjamín Rey, una representación de la directiva de la Vera Cruz y parte de la Corporación Municipal, con la alcaldesa Luisa María Márquez a la cabeza junto a concejales de los grupos popular y socialista.
La Virgen de la Esperanza estrenó ajuar interior Foto: GACETA
El fuerte viento presidió el recorrido, pero no fue obstáculo para que muchas aceras se llenaran de gente para presenciar la procesión con un respetuoso silencio. Eso sí, el desfile discurrió algo más ligero de lo habitual por temor a la lluvia, que finalmente no llegó.