Juan Carlos Peñalver dirige al equipo en el partido contra el Quintanar del Rey

          Aurelio Maroto

       Juan Carlos Peñalver es la apuesta del CF La Solana hasta final de temporada. El joven técnico solanero, actualmente al cargo del equipo juvenil pero con Nivel 3 desde hace tiempo, debutó en el primer banquillo de La Moheda el pasado domingo. Los amarillos perdieron contra el Quintanar del Rey (2-3), pero las sensaciones no fueron nada malas. Al término del encuentro habló el presidente, Julián Martín-Zarco, que dijo estar muy contento con la actitud del equipo a pesar de la derrota.

       Estaba cantado que le iban a preguntar por Kiko Vilches. Prefirió pasar de puntillas, aunque sí admitió que le sorprendió su dimisión. “La mañana de antes estuvimos hablando y no lo esperaba”, resumió. No quiso entrar en las diferencias de criterios entre las partes desde el punto de vista deportivo, que pudieron provocar el desenlace. Aun así, elogió el trabajo honesto de Vilches, aunque insistió en que lo importante es el club, no quién esté al frente. Así que optó por mirar al futuro más inmediato.

Julián Martín-Zarco, presidente del CF La Solana, tras el partido del domingo

        Reconoció que Carlos Gómez estuvo a punto de volver a La Moheda, pero a última hora se metió por medio el Toledo y se marchó a la Ciudad Imperial. Frustrada esa opción, la directiva decidió no explorar más. “Nos han llegado propuestas de entrenadores de lo más disparatadas, pero la directiva tiene claro lo que quiere”. “En su momento, el club entendió que estaba en buenas manos con Kiko Vilches, pero llegó el momento de reforzar porque si tú no te refuerzas, los demás sí”. Ahí llegó la fricción, ya que el entrenador quería una cosa y el club otra. “Económicamente vamos bien y hay que reforzar porque la segunda vuelta va a ser muy dura”, insistió Martín-Zarco.

 El caso es que Juan Carlos Peñalver se hizo cargo de los entrenamientos el lunes día 2 de enero junto a sus ayudantes, los también solaneros Juanfran Salcedo y Juan Carlos Ocaña. A la directiva le gusta lo que ve y ha decidido confiar en ellos. “Son gente muy comprometida y nuestro apoyo es máximo”. El primer problema es la situación laboral de Peñalver, pendiente de destino profesional en los próximos días. Le podría tocar en cualquier punto de Castilla-La Mancha, de modo que la distancia kilométrica será crucial para tomar una decisión u otra. En este sentido, la pelota está en el tejado del entrenador, pero en todo momento ha sido claro con sus jefes: “La directiva sabe que no puedo comprometerme si me toca irme lejos de La Solana”, dijo tras el partido del domingo. De hecho, ha sido él mismo quien ha frenado la oficialidad del cargo por esta razón.

El tiempo corre

El segundo problema es el calendario. Está muy bien que la directiva confíe en gente de la casa y le espere hasta conocer su destino laboral, pero eso no ocurrirá hasta dentro de varios días y enero corre. El plazo de fichajes es el que es y si tuviera que llegar otro entrenador tendría poco tiempo de maniobra. Por eso, el club trabaja para mejorar la plantilla. El propio Peñalver se está moviendo y avanzó que hay un portero cerca, movimiento obligatorio tras la baja concedida a Dani Gutiérrez, que ni siquiera ha llegado a debutar. El objetivo prioritario es la delantera, diezmada tras la baja de Javi López. Ahí es donde el club está poniendo toda la carne en el asador: “Estamos dispuestos a hacer el esfuerzo económico que sea necesario”, dijo el presidente.