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Once titular de La Solana en Herencia                                                                         Foto: CF La Solana

           Aurelio Maroto

Como diría el gran Julio Iglesias: “Que no se rompa la noche”. El CF La Solana disfruta de una idílica velada en este arranque liguero, con pleno de victorias en las cuatro primeras jornadas. La última, este sábado en Herencia. Los amarillos masacraron a un rival resacoso de su feria de la Merced y que, en efecto, estuvo a merced de la hueste de Kiko Vilches, un hombre plenamente feliz tras el 0-3. “Es un día para estar contento porque dejas la portería a cero, pegas un puñetazo en la mesa y todos se van contentos por haber ayudado al equipo”. “Es el partido perfecto para cualquier entrenador”, declaraba a Radio Horizonte.

La Solana acudía a Herencia con reservas y encontró momentos de dificultad, sobre todo al comienzo. En la primera jugada, un despiste defensivo pudo costar un disgusto, pero solo fue un espejismo. Pronto se vio quien tenía más empaque, más control, más fútbol. La ausencia de Pirri obligó a cambiar el dibujo táctico. “Hemos cambiado el sistema a un 4-1-4-1 con Josema metido para atraer a su mediapunta, que Raúl y David Sevilla aparecieran por dentro porque saben darse la vuelta y buscar mayor explosividad por fuera con Luque y Otman, dejando más arriba a Sergio Reyes”. Así fue como el equipo se fue adueñando del choque, probablemente ayudado por un Herencia empeñado en honrar al fútbol sacando el balón jugado desde atrás. Para hacer eso hay que ser muy bueno en la triangulación y algo loco cuando enfrente tienes a uno de los favoritos. Pronto llegaron las ocasiones, a menudo por robos en tres cuartos, aunque costó abrir la lata, entre otras cosas porque la presión se hacía varios metros por detrás del jugador que recibía. O sea, se hacía mal.

“El primer gol ha sido muy importante porque hemos ajustado nuestro juego de ataque”, admitía Vilches. Luque, espléndido toda la tarde, aprovechó un mal despeje del joven meta local para dibujar una vaselina perfecta. Así llegaría el descanso, no sin un susto en la última jugada por un despiste de bulto al saque de una falta.

La reanudación comenzó con un vendaval visitante. “En la segunda parte hemos salido muy bien, siendo más incisivos y verticales”. No tardó en llegar 0-2, gracias a una galopada de un activo De la Hoz y la anticipación de Luque, que cabeceó de escorzo al palo contrario. Golazo. En plena avalancha apareció David Sevilla, que recetó otra tarde brillante, para recibir en el área, driblar al portero y sentenciar el duelo. El mundo se le abría a Kiko Vilches. “Hemos tenido tiempo para premiar a la gente que está entrenando bien y que necesita sentirse importante”.

            Puestos a destacar, resaltaba el papel de Juanjo Luque. El pozoalbense había firmado una pretemporada excelsa, pero había frenado su ímpetu en este arranque liguero. “No estaba contento consigo mismo y ha vuelto a ser el Luque que necesitamos”. “Raúl y David han dado una master class de fútbol al final de la primera parte y al principio de la segunda”.

Prudencia, humildad y sacrificio

Con 12 puntos sobre 12 posibles hay licencia para soñar. Pero la consigna en el vestuario está marcada a fuego: prudencia, humildad y sacrificio. “Solo sube uno y hay rivales que no aflojan”. “Hay equipos muy similares al nuestro que nos pueden complicar la vida, así que solo pienso en el próximo partido contra el Almagro, en que se recuperen los lesionados y que la gente pueda disfrutar con nosotros en La Moheda”. Palabra de Kiko Vilches.

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