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La ciudad

Tractores antiguos

Tractores aparcados en la Plaza Mayor de La Solana                  Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

            Aquellos tractores que motorizaron el campo espa帽ol y aquellas motos que recorrieron nuestras r煤sticas carreteras de anta帽o aparecieron flamantes en la Plaza Mayor de La Solana. Por un lado, 22 tractores antiguos; por otro, 24 motos cl谩sicas. Juntos, aunque no revueltos, pero con suficiente tir贸n como para ser objeto de culto de sus propietarios y pasto de curiosidad para los viandantes, 谩vidos de observar c贸mo eran aquellas m谩quinas, ahora mimadas como aut茅nticas piezas de museo.

            Las asociaciones de tractores antiguos y de motos cl谩sicas organizaron su propia parada. Por la ma帽ana, los tractoristas se concentraron en la zona de la plaza de toros y pocos despu茅s de la una del mediod铆a irrumpieron en la plaza. Minutos despu茅s, los motoristas tambi茅n llegaban de su ruta matinal por carretera.

            Luis Miguel Serrano y Pedro Mar铆n explicaban a la prensa local c贸mo se hab铆an organizado. 鈥淗emos tra铆do m谩s tractores que el a帽o pasado, algunos con casi 70 a帽os de antig眉edad鈥. En efecto, se pod铆a ver un Deutz matriculado en 1953, otro de 1954, y alg煤n Barreiros de una 茅poca similar. Tambi茅n hab铆a Massey Ferguson, John Deere, Ebro y otras marcas emblem谩ticas.

Motos Cl谩sicas

Algunas de las motos que participaron en la concentraci贸n                   Foto: GACETA           

Juan Antonio Palacios y Juan Jos茅 D铆az atend铆an a la prensa para explicar la esperada concentraci贸n, aunque solo con pilotos locales. Hicieron una ruta que lleg贸 al paraje de El Peral. 鈥淟o mejor de todo es que no se ha averiado ninguna moto鈥, bromeaba el presidente de la asociaci贸n. Tambi茅n rodaron reliquias del pasado entre Guzzi, Ossa, Montesa, Bultaco y hasta una SR. Algunas con 65 a帽os de batalla.

            El objetivo era exhibir y disfrutar a la vez. Los propietarios de estos tractores y estas motos cuidan sus m谩quinas como si fueran hijos. No es f谩cil encontrar repuestos y ponerlas en carretera, pero su sola presencia sobre el asfalto ya es un triunfo y un motivo de orgullo.

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