Los jugadores celebran el 1-0, obra de Sancho

          Aurelio Maroto

        Tan real es afirmar que el CF La Solana tiene la soga al cuello como decir que la permanencia en Tercera División sigue siendo posible. Es cuestión de fe, con la diferencia de que sí hay un porqué. Quedan 7 partidos por delante, con 21 puntos en juego, y Kiko Vilches tiene la ecuación hecha: 4 victorias y 2 empates. Suena a proeza, y lo es, pero torres más altas han caído.

         El técnico toledano estaba triste después del empate frente al CD Pedroñeras. Nada que ver con el Vilches entusiasta y hasta dicharachero que suele comparecer ante la prensa. “Sí, estoy triste porque no podemos perder puntos en casa”, decía. Admite que el equipo ajero planteó el peor partido posible para el estilo de juego amarillo y metió incluso más intensidad. Por eso La Solana no se encontró en la primera mitad, maniatada por le presión del rival y huérfana del faro que suele alumbrar el juego escalonado del equipo: Pirri, que estaba sancionado.

        El otro lamento del técnico tenía que ver con el regalo en el empate. Sancho había marcado poco antes y el equipo parecía haber dado con la tecla. El Pedroñeras estaba grogi –o lo parecía- y entonces llegó la jugada del penalti en una mala decisión de Monreal, que midió mal una salida escorada y sin aparente peligro. La falta fue clara y Santi Cabeza rehízo las tablas desde los once metros. Con todo, La Solana pudo adelantarse de nuevo en varios minutos de agobio absoluto sobre la portería de Javi López, incluido un balón al palo de Luque. Pero no llegó el segundo y, para colmo, Raúl cayó fulminado en un esprín y se retiró con ostensibles gestos de dolor en su muslo derecho. Suena a rotura.

  La afición respondió a la llamada

        El empate no se movió y el punto supo a poco. Kiko Vilches no ocultaba su disgusto en la tarde que registró la mejor entrada de público de temporada. La afición se marchó decepcionada por el resultado, aunque sin reproches al esfuerzo de su equipo. En este sentido, Vilches volvió a felicitar a sus jugadores por el desgaste y lamentó que no acompañe un factor clave cuando la igualdad es tanta: la suerte. “Jugamos bien, pero nos falta esa pizca de fortuna que hace falta en momentos determinados y que es la diferencia entre ganar o empatar”.

Sin embargo, insiste en ser positivo y sigue creyendo. “Claro que sigue siendo posible; creo que el corte va a estar en 35 o 36 puntos, así que hay que conseguir al menos 15”. “Si el domingo ganamos en Madridejos hará un efecto dominó y ya no fallaremos en casa, estoy seguro”.