Imagen del Santo en la Parroquia                    Foto: GACETA

Paulino Sánchez

La situación sanitaria provocó la modificación en la primera de las celebraciones religiosas de este año, la de San Antón, que pasó del marco de su ermita al de la parroquia de Santa Catalina, sin que estuvieran acompañando los animales que habitualmente lo hacen junto a su patrono.

La imagen de San Antón fue trasladada el domingo desde su ermita a la parroquia por los directivos de su hermandad, celebrándose la festividad en la misa de la tarde, colocando la imagen en el lado de la Epístola, junto al altar mayor, adornada con numerosas flores.

Al comenzar la celebración era el presidente de la Hermandad, Antonio Ruiz Peinado, quien dirigía unas palabras a los muchos fieles que se congregaron en el templo. Dijo que estaban un poco tristes, pero alegres al poder estar con el Señor y la Virgen, lamentado no poder contar con las mascotas y los devotos, que habitualmente dan las tres vueltas a la ermita. Asimismo pedía la intercesión del santo para que erradique la pandemia que se padece.

Ofició la misa el párroco de Santa Catalina Benjamín Rey, quien en su homilía señaló que, aunque no se podía celebrar la fiesta como todos los años, era importante poder celebrar la fe, añadiendo que es hacía con un altar bien armado, contando en el centro con la Eucaristía y abrazados por la imagen de la Virgen de Peñarroya a un lado y San Antón al otro.

En la parte musical de la misa intervino el coro de la Iglesia de Santa María, que interpretó diversas composiciones a lo largo de la celebración, tan diferente a la que habitualmente se celebra tiene lugar en el paraje donde está ubicada la centenaria ermita del santo anacoreta.