La afición en la grada, con mascarilla y distancia, y filas enteras encintadas                           Foto: GACETA

             Aurelio Maroto

           La Moheda vivió su primera reválida en tiempos de coronavirus y acabó aprobando el examen. Era el primer estadio de la provincia, y el segundo en la región, que albergaba un partido a puerta abierta, circunstancia que amplificó todo. Finalmente, el escaparate acabó exhibiendo su mejor cara. Las medidas de seguridad sanitaria se extremaron y el comportamiento general de la afición fue ejemplar. Apenas se congregaron 200 espectadores, muy por debajo de la media habitual, pero más que suficientes para demostrar dos cosas. Una, que todo es posible cuando se actúa con cabeza. Y dos, que hay ganas de fútbol.

 

 

Controles de temperatura y aficionados en los puntos verdes              Fotos: GACETA

 

            Superada la prueba sanitaria, quedaba la prueba deportiva. La Solana debutaba ante su gente seis meses después, con varias novedades en sus filas y un rival aparente. El Villacañas de Fernando Lominchar se ha reforzado a conciencia y venía de ganar en Villarubia, un Segunda B. Algunos ya le dan como uno de los favoritos en el subgrupo de Toledo y Guadalajara. De hecho, demostró un buen trato de balón y gustó en su paso por La Moheda. Pero delante había un equipo que no ha perdido un ápice de su solidez defensiva, que tanto sacó a pasear la temporada pasada. Por eso, el dominio territorial visitante durante los primeros minutos se limitaba a una ronda de pases en el bloque bajo, tan abrumadora como estéril. La Solana aguardaba sin fisuras en busca de algún robo.

 

Primer once titular de La Solana en esta pretemporada                                            Foto: GACETA

Pepe Berja dejó ver sus primeras cartas. Atrás, Juli y Sancho emergen nuevamente como los jefes del eje defensivo, mientras Jesús de la Hoz seguirá siendo el dueño del carril zurdo. Juan Santos ocupó el lateral derecho y todo apunta a que ‘peleará’ ahí con Luque. Bajo palos, Jesús Monreal fue titular y parte con ventaja, aunque Fran Ucendo no se lo pondrá fácil. Hacía tiempo que la portería amarilla no estaba tan bien guardada. En la segunda parte entró el joven Enrique, que apuntó maneras como central.

En medio campo, Pirri fue el futbolista más destacado. Dominó los resortes del reparto de juego y se vio que ha llegado ‘fino’ a este arranque. Le acompañaron Diego Sevilla y Josema, respectivamente. Algo mejor el segundo que el primero, al que le falta ritmo, igual que a Raúl Delgado, que necesita unos cuantos días más para recuperar su chispa.

Uno de los debutantes fue David Espinosa. El interior valenciano anduvo perdido y sin feeling con el balón, seguramente lastrado por una lesión de rodilla. Hay que darle tiempo. Sin duda, los dos mejores en su estreno en La Moheda fueron Vicente y Otmane Cabriti. En el caso de Vicente, ha regresado más hecho, con más físico y una mejor lectura del juego. Por su parte, el catalán Cabriti cuajó un partido muy completo, demostrando velocidad, buena conducción en carrera e inteligencia en los movimientos de ruptura. Además, tuvo que jugar como delantero centro ante las ausencias de Meshack Esun y Maikel Villajos, que apuraban su recuperación por sendas lesiones musculares. En la segunda mitad salió Mini, que acabó expulsado y también los juveniles David y Carmelo, este último autor del 2-0 en las postrimerías.

El míster terminó plenamente satisfecho con lo que vio sobre el verde natural de La Moheda. Preguntado por lo que más le gustó fue rotundo: “la intensidad que le meten”. “El primer día que llegue les dije a mis jugadores que lo den todo, estén más o menos acertados”. Empezando por la defensa, dijo que “sólo tengo halagos porque hacen exactamente lo que les pido”. También destacó el buen trabajo de los centrocampistas, insistiendo en que “todos van ser importantes este año”.

De medio campo para arriba, puso el acento en la vuelta de Vicente. “Lo conocía de hace tiempo y tiene un gran desparpajo por banda”. En cuanto a Otmane Cabriti, resaltó su calidad individual y su versatilidad, ya que se adaptó perfectamente al juego por dentro cuando su especialidad es la banda. “Junto con Meshack y Maikel nos dará un gran potencial arriba que debe tener su efecto en lo que nos faltó el año pasado: el gol”. “Espero que las piezas que hemos firmado encajen y por qué no ilusionarnos”, concluía Berja.