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La ciudad

Cecilio sobre un tablero del que memoriza los movimientos

Cecilio G陋 Cervig贸n es un conocido ajedrecista ciego de La Solana

           Aurelio Maroto

          Al abrigo de Los Andes se extiende Chile, un largo trazo de l谩piz en el mapa que comienza a sufrir el azote del Covid-19. Tras las revueltas por la llamada 鈥楻evoluci贸n de los 30 pesos鈥, el virus global est谩 dando el golpe de gracia a un pa铆s que hasta no hace mucho presum铆a de ser un peque帽o oasis en la llamada Am茅rica Latina. Un solanero acaba de regresar de all铆 en un vuelo fletado por el consulado espa帽ol en Santiago, la capital andina. Se llama Cecilio Garc铆a-Cervig贸n y es uno de los mejores ajedrecistas de Espa帽a, a pesar de ser ciego.

         No estaba all铆 disputando ning煤n torneo, qu茅 va. Viv铆a los tres meses de estancia m谩xima como turista junto a su actual pareja, Oriana, en un ir y venir constante entre Chile y Espa帽a en los 煤ltimos a帽os. Hab铆a llegado el 18 de diciembre y ten铆a que regresar el 11 de marzo, pero pidi贸 pr贸rroga para volver el uno de abril y as铆 poder traerse a su pareja, tambi茅n deficiente visual, y a su madre. Objetivo vano. El propio consulado espa帽ol se puso en contacto con 茅l para confirmarle que volar铆a a Espa帽a, pero solo. Cecilio Garc铆a-Cervig贸n, que agradece el trato recibido por el consulado, suplic贸 a la propia c贸nsul en persona viajar con ellas, sin 茅xito. 鈥淢e dijo que era imposible, incluso aunque diera su autorizaci贸n, ya que no le dejar铆an entrar en Espa帽a鈥. El problema es que no est谩n casados y su relaci贸n, aunque consolidada y larga ya en el tiempo, carece de soporte legal.

Cecilio lo ve铆a venir. Cuando lleg贸, en diciembre, ya hab铆a un l铆o muy serio. 鈥淪e ve铆an barricadas en las calles, saqueos en los supermercados o incendios de farmacias鈥. 鈥淪antiago era un desastre鈥. Atr谩s hab铆a quedado el Chile pr贸spero donde todo el mundo ten铆a trabajo y hab铆a paz social. Pero era una prosperidad cogida con pinzas ya que los sueldos no superaban los 300 euros de media, con bolsas de pobreza y, eso s铆, una minor铆a empresarial pudiente que viv铆a a todo tren.

            La irrupci贸n del coronavirus meti贸 a la gente de nuevo en sus casas para 鈥渏untar un problema con otro, y no s茅 cu谩l ser谩 peor鈥, se帽ala. Se refiere a la sanidad, que en Chile no es universal ni gratuita. 鈥淎ll铆 todo funciona a base de pagar鈥. 鈥淵o mismo fui a una farmacia a hacerme la prueba del az煤car 鈥揺s diab茅tico- y me cost贸 2.100 pesos -2,30-euros-鈥. Esa precariedad sanitaria fue, precisamente, lo que inst贸 a su pareja a suplicarle que volviera a Espa帽a. 鈥淯n d铆a se arrodill贸 literalmente para pedirme que me viniera鈥, declara con emoci贸n contenida.

鈥淎 mediados de marzo empez贸 a ponerse peor la cosa y el gobierno tom贸 medidas, entre ellas eltoque de queda鈥. Los militares patrullan con los fusiles entre las 10 de la noche y las 5 de la ma帽ana鈥. Pero a las 5 y un minuto, la gran contradicci贸n. 鈥淒e repente se llenan los metros, los autobuses circulan a rebosar de gente y se ven grandes colas en cualquier sitio鈥. 鈥淭e preguntas para qu茅 sirve el toque de queda鈥. Entre tanto, estaba al tanto de lo que suced铆a en Espa帽a mediante la radio. 鈥淓scuchaba todas las emisoras, incluida Radio Horizonte, aunque fueran las 6 de la ma帽ana鈥.

            Los datos oficiales, tanto de contagiados como de muertos, sit煤an a Chile en una situaci贸n todav铆a 贸ptima si la comparamos con los pa铆ses m谩s castigados, caso de Espa帽a. Hasta este domingo se hab铆an declarado algo m谩s de 4.000 casos y apenas 30 fallecidos. Sin embargo, la realidad podr铆a ser muy diferente. Camino del aeropuerto, Cecilio Garc铆a-Cervig贸n coment贸 con el taxista que los n煤meros en Chile no eran comparables con los de Espa帽a. 鈥淣o se lo crea usted, tengo un amigo en una funeraria y no dan abasto a enterrar a gente鈥, respondi贸.

            Ahora, desde la tranquilidad relativa de su casa en La Solana, cuenta las horas para volver a ver a Oriana. Ella y su madre siguen all铆, en el coraz贸n de Santiago de Chile, viviendo la partida de ajedrez m谩s dif铆cil de sus vidas. Es una historia m谩s a cuenta del coronavirus. Una historia que ojal谩 acabe bien, pero que refleja la realidad de un mundo que ya nunca ser谩 igual.

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