Josefa López durante su conferencia                                                                                     Foto: GACETA

             Aurelio Maroto

          La conflictividad parental es un problema inherente al sistema educativo porque los problemas caseros acaban salpicando de una u otra forma al alumno, afectando a su rendimiento y/o a su comportamiento. Los dos institutos solaneros, Modesto Navarro y Clara Campoamor, volvieron a unirse en la cuarta charla de la Escuela de Padres, que trató sobre la conflictividad parental positiva.

          La educadora social, Josefa López, fue la ponente de una conferencia donde puso el acento en la necesidad conocer, comprender y actuar ante conflictos, discusiones o desencuentros entre padres y su afección en los hijos. “Se trata de saber cómo manejar los conflictos, que son inevitables en la convivencia”. El objetivo, según declaró, es aprender a manejar los enfrentamientos, las salidas de tono y, sobre todo, intentar resolverlos en privado sin poner en medio a los hijos en beneficio propio. “Debemos ser conscientes de que nuestra actitud ante los conflictos va a agravar o minimizar las consecuencias en nuestros hijos”.

           Las separaciones de pareja constituyen un ejemplo muy común de conflictividad parental, que en seguida tienen un traslado en el equilibrio emocional del alumno. “Se nota un declive en el rendimiento académico o incluso problemas de integración y aislamiento social”. La educadora recuerda que su función no es mediar si la familia no lo pide, aunque sí se ofrece para dar pautas. “Yo colaboro y aporto mi granito de arena, y llegado el caso derivar a otro profesional con más competencia desde el punto de vista psicológico”.

            La charla se celebró en el auditorio de la Biblioteca Municipal y derivó en un coloquio al final de la misma. Eladio Maleno por el IES Modesto Navarro y José Ramón García por del IES Clara Campoamor acudieron en representación del claustro de profesores de ambos centros.