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Charla divorcio SS Juan José González-Albo

Juan José González-Albo dijo que muchas veces no hay culpable, sino las circunstancias                     Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

            Cada año se rompen en España alrededor de 100.000 matrimonios y casi seis de cada diez nuevas uniones legales acabarán en divorcio. Son datos oficiales que están ahí. La Hermandad de San Sebastián de La Solana ha organizado un café-coloquio bajo el título ‘Tras el divorcio, la pregunta: ¿y ahora qué?’, a fin de informar sobre los porqués de esas rupturas y cómo afrontarlas. Juan José González-Albo, trabajador social y directivo de la hermandad, fue el ponente de una charla en la que intentó responder a esa y otras preguntas.

            Ante cualquier divorcio es bastante común sentirse descolocado, desprotegido y sin recursos para resolver un problema no programado, “porque nadie comienza una relación para separarse después”, dijo. Su hipótesis es que el noventa por ciento de los divorcios obedecen a causas estructurales, y una de las más comunes es el tema económico. “Gran parte de los divorcios son por temas económicos porque la pareja tiene unas expectativas que después no se cumplen y derivan en una lucha que acaba por romper el matrimonio”. Una vez consumada la ruptura llega la fase de duelo. ¿De quién es la culpa? “Muchas veces no hay un culpable, sino las circunstancias que desencadenan esa situación”.

            Hay un problema añadido con los hijos, cuando los hay. Ellos sufren los daños colaterales al vivir una realidad no deseada. “De repente ven cómo el lugar que ocupaba su madre lo ocupa otra mujer o lo mismo con el padre”. “Eso genera una situación terrible y no nos damos cuenta que son el futuro de la sociedad; si pensáramos un poco más en ellos habría muchos matrimonios que podrían salvarse”.

            He ahí, dijo, el gran mensaje de su charla. Cree que muchas parejas saldrían adelante. “Vamos muy deprisa, queremos experimentar todo ya, maduramos más tardes o iniciamos relaciones sin estar seguros”. Cree que hay que trabajar mucho la prevención y no pensar que esas cosas le pasan a los demás “porque al final te acaba pasando también a ti”.

            “Es una actitud de dos y si uno no quiere es imposible”. “El orgullo traiciona y es fundamental una actitud positiva hacia el otro”.

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