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Campaña aceituna

El agricultor, José Díaz-Cano, asegura que la calidad de esta campaña es buena                        Foto: GACETA

         Javier Ruiz

La campaña de aceituna, ya prácticamente finalizada, está marcada por una merma importante en su recogida, aunque de muy buena calidad. Así lo destaca el agricultor, José Díaz-Cano, que informa que esta campaña se ha dilatado mucho en el tiempo, pues se inició el pasado noviembre, hasta estas fechas. La nota dominante ha sido que “la aceituna se ha caído, en muchos casos por la picadura de la mosca”. Por ello, la producción ha mermado considerablemente, llegando en algunos casos al cincuenta por ciento, esperando ahora los precios “que no se auguran nada halagüeños”, tanto por la caída del producto, como por los aranceles con los Estados Unidos.

            Díaz-Cano explica que el año pasado se contó con una cosecha récord, pero este año entre que se ha tenido menos producción debido a la vecería, la picadura de la mosca, y también a dos oleadas de viento, “ha terminado de fulminarlas”, de ahí ese acusado descenso, que lógicamente se verá reflejado, junto con los aranceles de EEUU, en los precios, “aunque sí es cierto que habrá que esperar para ver si los precios vuelven a su ser”, indica Díaz-Cano.

            Referente a los aranceles impuestos por Estados Unidos, Díaz-Cano explica que, además de esto, quieren aumentarlos al cien por cien en más productos, “lo que sería un caos tremendo”, algo que contrasta con otros países vecinos, como Portugal o Italia, que sí pueden exportar aceite. Por eso piden que haya un dialogo serio de nuestros gobernantes y negociaciones que no afecten tan negativamente al agricultor.

            Por otro lado, en cuanto a la calidad de la campaña se puede calificar de buena, pues la aceituna que se ha conseguido mantener en el árbol “es de diez”. Es cierto, manifiesta José Díaz-Cano, que cuando hay menos producto la calidad tiende a subir. La meteorología también es importante en las campañas, teniendo que ser un mes de enero frío, con heladas que no superen los -5º, siendo conveniente que después cara a la primavera sea lluviosa. “El frio de ahora sujeta las plantas, y la primavera con lluvia, hará que todo vaya a su ritmo y no rompa los esquemas de la agricultura”, apostilla el agricultor solanero.

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