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La ciudad

Gol celebraci贸n

Los jugadores celebran el golazo de Luque                                                                                                   Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

Juan Jos茅 Luque (Pozoblanco, 1999) alz贸 la cabeza y decidi贸 r谩pido, como lo hacen los futbolistas con talento. Hab铆a salido pocos minutos antes y ten铆a hambre. Recibi贸 por la derecha, su banda natural, y encar贸 la carrera. Alz贸 la vista y vio a Manolo adelantado, vencido al palo largo, esperando el centro enroscado al 谩rea. Eso mismo, el centro, esperaba todo el mundo cuando perfil贸 el golpeo. Pero quer铆a derribar la puerta 茅l mismo y le peg贸 con el alma, algo picadita, al palo corto. Manolo intent贸 rectificar el contrapi茅, sin 茅xito. El bal贸n entr贸 como una exhalaci贸n en un c贸ctel perfecto de intenci贸n y de ejecuci贸n. La Moheda se vino abajo.

El electr贸nico saludaba el minuto 80 de partido y el partido bailaba en un hilo. Nadie avasallaba al otro, pero nadie renunciaba a golpear primero. Y, visto lo visto, quien golpeara primero noquear铆a al otro p煤gil. Por eso, el gol de Luque son贸 a sentencia sin recurso posible.

La Solana-Guadalajara jugada-4

Fue un partido de mucho desgaste y pelea por cada bal贸n                                                                                Foto: GACETA

Atr谩s quedaba un partido de mucho m煤sculo y menos f煤tbol. La Solana sab铆a qui茅n estaba enfrente y su enorme poder ofensivo. Pepe Berja se afan贸 en motivar a los suyos para una batalla dura, sin cuartel. Hab铆a que minimizar las cualidades del rival a base de intensidad, concentraci贸n y ayudas constantes. Volvi贸 De la Hoz, imprescindible en el carril zurdo. Volvi贸 Diego Sevilla, imprescindible en el pivote defensivo. Y volvi贸 a la titularidad Mini, que corri贸 como un poseso hasta decir basta.

La Solana logr贸 mantener a raya al D茅por y meterle el miedo desde el minuto uno. Un robo en tres cuartos estuvo a punto de ser gol en un dos contra uno que Fuentes no supo definir. Imposible por dentro, el Guadalajara intent贸 abrir el campo buscando las carreras de jugadores como Santano y Campoy, am茅n de buscar soluciones en acciones de juego de espaldas. As铆 llegaron una peligrosa falta que Domenech envi贸 fuera y un centro que el mismo Domenech cabece贸 fuera por poco.

Fueron las mejores 鈥搚 煤nicas- aproximaciones serias de los visitantes en la primera parte. Mientras, La Solana se manten铆a firme con un planteamiento de partido de enorme seriedad. Y sin renunciar al ataque. A la media hora, Fuentes encontr贸 una grieta por la izquierda y gener贸 una gran acci贸n que remat贸 Douglas mansamente a las manos de Manolo.

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Los jugadores se refrescan en uno de los parones por el calor reinante                                                                         Foto: GACETA

En la reanudaci贸n, m谩s de lo mismo. El Guadalajara no era capaz de atemperar el 铆mpetu local y el partido segu铆a siendo un constante tuya-m铆a. La Solana no daba tregua a los creativos visitantes, incapaces de trenzar f煤tbol. Enorme la brega de Diego Sevilla, Nacho Pa铆s y David Sevilla en la columna medular. Y enorme la labor defensiva. Sancho y Juli se comieron a Domenech y Edgar, mientras que Juan Santos y De la Hoz trabajaron a destajo para taponar sus costados, sobre todo cuando Acciari intent贸 oxigenarlas con Franco y Modula. Berja tambi茅n jug贸 sus bazas y meti贸 a Luque por la derecha. Antes del gol, Miguel Fuentes hab铆a avisado tras una gran dejada de Douglas, pero su zapatazo lo escupi贸 el travesa帽o.

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Luis Almarcha volvi贸 a ser el principal animador de una afici贸n gigante                                                                       Foto: GACETA

El 1-0 final provoc贸 el delirio en una afici贸n entregada. Cerca de 800 almas vibraron como en las grandes ocasiones. La Moheda fue, un domingo m谩s, ese peque帽o teatro de los sue帽os que respira f煤tbol a raudales. Una victoria de prestigio, una inyecci贸n de adrenalina para la hinchada y una tonelada de confianza para ese vestuario. Pepe Berja, con una sonrisa imposible de disimular, admit铆a la redondez de la tarde y agradec铆a el empuje de la grada. Para sus jugadores tuvo palabras de elogio, c贸mo no, aunque insisti贸 en que s贸lo se ha cubierto una etapa, aunque sea un Tourmalet. Lo verdaderamente importante es no parar e ir viendo cuanto m谩s lejos mejor a la gente del furg贸n de cola. Un discurso de prudencia, sin duda el mejor consejero posible cuando de f煤tbol hablamos.

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