Carroza de la virgen de Peñarroya escoltada por las alabardas Foto: GACETA
Aurelio Maroto
La Solana cerró los actos conmemorativos del regreso de la Virgen de Peñarroya, con la procesión de final del novenario que se ha venido celebrando durante toda la semana. El desfile salió desde la parroquia de Santa Catalina con la imagen de la Patrona en su carroza, vestida con el manto azul cielo y rodeada de numerosas flores a juego.
A ambos lados se situaban los alabarderos, en su mayoría mujeres, precedidas por otras mujeres vistiendo la mantilla española. La procesión la abría la Cruz Alzada, seguida por la Agrupación Musical de San Sebastián. A continuación, el tradicional y vistoso baile de las banderas, exclusivo de los desfiles marianos, tanto en enero como en septiembre.
Una joven bailando la bandera durante la procesión Foto: GACETA
Después se situaban los representantes de cofradías y hermandades de La Solana, seguidos por directivos de la cofradía hermana de Argamasilla de Alba y también de la cofradía ‘Virgen de las Viñas’ de Tomelloso, como invitados. Detrás, los directivos de la cofradía anfitriona con su presidenta a la cabeza, Rosa Sánchez, y sus homólogos de Argamasilla y Tomelloso, junto a la Capitana de este año, Elena Padilla Montoya.
La capitana, con el bastón, junto a los presidentes de las cofradías Foto: GACETA
Tras la carroza con la imagen se situaba el párroco de Santa Catalina, Benjamín Rey, y los de San Juan Bautista de la Concepción, Jesús Navarro y Eduardo Gómez, amén de uno de los predicadores de la novena. Las autoridades civiles, encabezadas por el alcalde, Luis Díaz-Cacho, precedían a la Banda Municipal, que cerraba el desfile.