Lucía Briones -dcha- en un momento de la escenificación Foto: GACETA
Aurelio Maroto
‘La Gruta’ es un clásico en nuestra provincia, y también en La Solana. La compañía carrizoseña regresó para participar, por segunda vez, en la Muestra de Teatro Campo de Montiel. Esta vez llegaron con Divorciadas, evangélicas y vegetarianas, una entretenida comedia protagonizada por tres mujeres, en los roles de Gloria, Beatriz y Merche, que unen sus experiencias vitales para luchar con la sociedad que las rodea y consigo mismas. Es un canto a la amistad a la vez que un motivo para la reivindicación.
Una de las intérpretes es Lucía Briones, a la sazón presidenta de la compañía. Dice que esta comedia pretende divertir y sacar una carcajada, “pero va más allá de la risa fácil porque habla de todo un poco, incluso de los malos tratos”. Les gusta que los espectadores desconecten durante una hora y cuarto, pero a la vez les diga algo. “Queremos que se rían, pero que también les provoque una reflexión”.
‘La Gruta’ lleva 22 años dando el callo. Son una institución en su localidad natal, Carrizosa, y de alguna manera también lo son en toda la comarca. Hacen teatro y colaboran en otras muchas propuestas culturales. Lucía Briones reconoce que venir a La Solana siempre es especial, tanto que la representación del domingo iba a ser grabada para presentarla en certámenes y festivales nacionales en adelante. “Aquí estudié y me siento como en casa, es mi segundo pueblo”, decía la actriz y presidenta.
Antes de comenzar la representación actuó Diego Gómez-Pimpollo, con un monólogo como mejor actor de su compañía en la edición del año pasado.
Diego Gómez-Pimpollo durante su monólogo Foto: GACETA