El alcalde intentó demostrar que la Junta no está siendo justa con La Solana Foto: GACETA
Aurelio Maroto
La Solana es la octava ciudad de la provincia y la decimoctava de Castilla-La Mancha. Con la fuerza de sus casi 17.000 habitantes, Luis Díaz-Cacho exige a la Junta que cumpla sus compromisos económicos con el Ayuntamiento, y que lo haga de inmediato. El alcalde compareció en rueda de prensa para agotar los calificativos sobre la agónica situación financiero que atraviesa el consistorio. Harto de escribir cartas, de telefonear y de pedir reuniones con la presidenta Cospedal y sus consejeros, sin éxito, habla de “medidas más serias” si Toledo no comienza a ingresar los más de 6 millones de euros que debe “a todos los solaneros”.
El escenario es tal que los empleados municipales no cobrarán, de momento, la nómina de octubre. Hablamos de unos 500 trabajadores, entre funcionarios, laborales y temporales, que no van a recibir su sueldo mensual, algo inédito desde hace mucho. Harían falta unos 600.000 euros que el Ayuntamiento no tiene. Y, claro, cuando un alcalde tiene que anunciar algo así, no lo hace con cara de buenos amigos.
Luis Díaz-Cacho no se mordió la lengua: “la Junta está haciendo un uso partidista de los recursos y comete una enorme irresponsabilidad con nosotros”. Aseguró que a ningún municipio del tamaño de La Solana se le debe tanto dinero, exactamente 6.100.000 euros. Enemigo de actuar por instinto, afirmó que ha agotado la cordialidad y la paciencia. Enumeró todos los escritos que ha enviado a Dolores de Cospedal y a los miembros de su gabinete, todos inútiles, algunos para tratar asuntos tan importantes para La Solana como la SAT La Serna, los programas de empleo o el CADIG “El Pilar”. Sólo consiguió una reunión con el director general de Trabajo que –reveló- “me dijo no saber para qué le habían mandado reunirse conmigo”.
En cuanto al delegado de la Junta, Lucas Torres, citó tres fechas consecutivamente canceladas, la última prevista para el pasado martes. Ante tal carrusel de peticiones esquivas, el alcalde lo tiene claro “entiendo que se quieran reír de Luis Díaz-Cacho, o del alcalde de La Solana, pero no permitiré que se rían de los solaneros y las solaneras”. El impago de la nómina de octubre lleva aparejado, en cascada, no pagar tampoco a proveedores “agradezco la paciencia de los empresarios solaneros que todavía nos sirven género”.
A Díaz-Cacho no le vale la excusa del gobierno anterior “dirán que la culpa es de Barreda, de su despilfarro, pero con Barreda todos los meses ingresábamos”. Recordó el siguiente dato: “entre febrero y mayo la Junta ingresó 1,1 millones de euros, y entre junio y octubre 70.000”. Por eso, cree que su rabia está más que justificada “si hubieran ingresado al menos un millón de los 6 que nos deben, no estaría dando esta rueda de prensa”.
Y fue aquí cuando sugirió que La Solana está siendo castigada deliberadamente. Dijo que la Junta ha ingresado 1.400 millones en el último trimestre entre IRPF, IVA, impuesto de patrimonio, transferencias de capital y otros apartados, cubriendo gastos por valor de 885 millones entre nóminas y amortizaciones de préstamos. Se preguntó entonces “dónde están los 500 millones restantes”. Además, tiene constancia de otro ingreso de 151 millones de las políticas activas de empleo que provienen del Tesoro Público. Por tanto, Luis Díaz-Cacho sostiene que la Junta tiene dinero “pero no quiero creer que lo estén reteniendo o lo destinen a atender a unos ayuntamientos y otros no, dependiendo de su color político”.
Pero sus sospechas son grandes. Citó como ejemplo una reciente reunión entre Cospedal y la alcaldesa ciudarrealeña, Rosa Romero “anunciando alegremente que “Ciudad Real cobraba ventaja con la concesión de 1,5 millones para contratar a los parados que lo están pasando mal y yo no puedo contratar”.
El futuro pasa inexorablemente por que la Junta pague a La Solana lo que le pertenece, y cuya demora “nos está ahogando”. El alcalde argumenta que los recursos se han agotado y las alternativas también “desde junio hemos firmado operaciones por un millón de euros, más el crédito ICO, pero no estoy dispuesto a endeudar más a los solaneros”. Por tanto, Luis Díaz-Cacho exige que le paguen lo que es de sus ciudadanos y prefiere agotar todas las vías diplomáticas “antes de tomar medidas más contundentes”. Es más, llegó a decir que no le importa el resultado de las próximas elecciones "prefiero perderlas antes que sacrificar a mi pueblo por ganar", y sentenció que se marcharía "si yo fuera el problema". Entre tanto, no se engaña: “si la Junta no paga antes que después, estamos muertos, literalmente muertos”.