
Sancho fue certero desde los once metros para dar el triunfo a los suyos Foto: GACETA
Aurelio Maroto
El CF La Solana ya está ahí, en la pomada. El 0-1 logrado en Caudete aúpa a los amarillos a la zona noble y desempolva definitivamente la ilusión, algo adormecida tras el titubeante arranque liguero, todavía fresco en la memoria. Un solitario gol de Sancho, de penalti, fue suficiente para derribar al Caudetano, que evitó un roto más severo gracias a su portero, Seco, y sobre todo a la falta de tino visitante.
Luismi cumplió a rajatabla lo que avanzó el viernes en Radio Horizonte. Raúl, intocable cuando está disponible, recuperaría su sitio en el enganche y Babu tendría su gran oportunidad de inicio. Comoquiera que Diego Sevilla está carburando en el pivote defensivo y Almarcha se ha ganado el cartel de ‘todocampista’, estaba cantado que los sacrificados serían Josué y Edu Corrales, que ya calentó banquillo en Pedro Muñoz. Por banda, Capelo y Mini siguen siendo fijos. El técnico salmantino buscaba velocidad y chispa. El Caudetano no puso muchas trampas y las ocasiones comenzaron a llegar pronto. Tan pronto como una descomunal falta de puntería. Raúl, Almarcha, Babu y Mini, sobre todo este último, tuvieron claras ocasiones. Pero sería Sancho quien, al filo de la media hora, convirtiera un penalti por manos en el área de un defensa local.
En la reanudación siguió la tónica, pero aumentada. Mini, Edu Corrales, José María… Las oportunidades se acumulaban. Menos mal que el rival carecía de argumentos para apretar de verdad y la defensa anduvo sólida las tímidas intentonas albaceteñas, facilitando un triunfo más contundente.
Esperando a los delanteros
Una vez más, queda el resultado y las sensaciones, por este orden de importancia. El triunfo introduce a La Solana en el vagón de cabeza y el juego solidifica el ‘método Luismi’. El equipo comienza a ser una roca atrás y ya es el menos goleado de la categoría (5 goles). Desde ahí comienzan a crecer los grandes equipos. Pero, claro, los amarillos también son los menos eficaces de cara a puerta entre los de arriba (10 goles). Es llamativo que 7 de esos diez tantos los hayan marcado defensas (4) o centrocampistas (3). Dos los ha convertido Mini, que es extremo, y sólo un gol, y de penalti, lleva la firma de uno de los dos delanteros centros del equipo, Edu Corrales. El otro, Edu Jiménez, aún no se ha estrenado.
La botella medio llena nos dice que La Solana tiene pólvora en cualquier parte del campo, un crisol impagable y al alcance de pocos equipos. Pero es preciso que los delanteros comiencen a quitarse las legañas. Una aspirante al ascenso necesita depredadores más capaces arriba.