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CF La Solana-Manzanares alineación

Este fue el once titular que jugó ante el Manzanares                                                                    Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

La Solana: Aless, Sancho, Juli, diego Sevilla, Almarcha, Capelo, Edu Corrales, Dani, Manuel y Josué. En la segunda parte salieron Babu, José María y Fran.

Manzanares: Ucendo, Fran, Juli, Michel, Heredia, Sergio, Xavi, Pretel, Buitrago, Amalio y Pacheta. Antes del descanso salió Álvaro y en la reanudación Víctor, Alberto y Marcos, Amorrich.

Árbitro: Camargo Gracia. Amonestó al visitante Víctor.

Goles: 1-0 m.48 Almarcha.

1-1m.49 Fran

2-1 m.85 Dani

Incidencias: Más de 500 espectadores en La Moheda en ‘Día del Club’. Minuto de silencio en memoria del abuelo de un jugador visitante.

Comentario: Lo volvió a hacer. Ya es Daniel el travieso. Como en la película, cogió su bicicleta y pedaleó hasta la boca de gol para rematar sin ortodoxia, pero con efectividad, un gran centro de Capelo. Era el minuto 85 y el lateral estaba allí, con la pesadez del que nunca se rinde. Sí, Dani es el clásico carrilero que agota al contrario por pegajoso y que nunca vuelve la cara al partido. El típico jugador de equipo, sin arte en los pies pero con toneladas de sacrificio. Como en la película, quizás no sea consciente de sus travesuras, esas que ayudaron a la gesta en Pedro Muñoz y salvaron los muebles contra el Manzanares. Dos goles, seis puntos.

            La Solana superó a su eterno rival en un clásico que tuvo más emoción que fútbol. El Manzanares llegaba sin urgencias tras ganar a Villamalea y Porzuna. Si atendemos a sus aspiraciones, pregonadas desde el mismo ‘José Camacho’, llegaban a La Moheda con poco que perder, o sea, con mucho que ganar. La Solana tenía más obligación y asumió el rol desde el minuto uno. Si exceptuamos una volea de Buitrago a los dos minutos que rechazó Aless, el Manzanares no tuvo presencia arriba en la primera mitad. Pero defendió de diez.

            La Solana intentó reponerse a las ausencias de Josema y Raúl, sobre todo de este último. Faltó referencia en la media punta pese a los titánicos esfuerzos de Almarcha, espléndido toda la tarde. Pero el canterano tenía que guardarse un paso más atrás, sobre todo porque Josué, recién salido de una lesión, no estaba para muchos trotes. Ese trabajo de enganche lo intentó hacer Edu Corrales, bajando a recibir, pero dejaba huérfano el punto de penalti, de modo que los centrales salían al borde y provocaban superioridad visitante en las penetraciones amarillas, rechaces o segundas jugadas. La solución era entrar por banda y tanto Diego Sevilla como Almarcha dibujaban diagonales constantes en busca de Mini, y fundamentalmente de Capelo, que pinchó a la perfección varios balones y encaró el uno contra uno. Manuel se descolgó a veces en el desdoble, sin éxito.

            Las ocasiones no llegaban o cuando alguno de esos balones colgados encontraba área no había acierto. En el minuto 20, Sancho y Juli es estorbaron en un cabeceo franco delante de Ucendo. El meta manzanareño se lució en un zapatazo imposible de Mini casi desde la línea de fondo, m. 25, y la más clara la tuvo Almarcha a los 43, pero su disparo lo contestó Ucendo con otra gran intervención.

Mini pugna por un balón en una jugada del clásico

Mini pugna por un balón en una jugada del 'clásico'            Foto: GACETA

            La miga llegó en la reanudación. Por los goles, nada más. En el minuto 3, un incansable Almarcha recibe en el área y su centro-chut se lo traga Ucendo al intentar despeje. Había costado abrir la lata y la afición respiraba. Alegría fugaz. El ex–amarillo Fran empató nada más sacar de centro.

            La Solana se quedó clavada sobre la hierba natural de La Moheda, como el púgil que recibe un KO inesperado. Nadie corría, o eso parecía. La afición amarilla se quedó en completo silencio. Era el momento del Manzanares, hasta ese instante perfecto en la contención, con el solanero Michel plantando sus reales por delante de la defensa. Pero fue aquí donde a la hueste de Torreca demostró que le faltan argumentos. Luismi reaccionó. Salió Babu entre líneas, entró Fran por Edu Corrales y, poco a poco, La Solana recuperó el color de cara y se fue a por el partido, con más corazón que cabeza. En esas, Capelo se sacó una rosca endiablada al segundo palo y… ya saben lo qué pasó.

            El entrenador salmantino llegó a la sala de prensa recién duchado. Había sudado la gota gorda, sobre todo tras el 1-1. “No nos pueden empatar así”, repetía una y otra vez. Cree que en la primera parte se leyó bien el partido, abriendo el campo, aunque recordó que no tenía a Josema, ni a Raúl, ni siquiera al otro delantero centro, Edu Jiménez, también lesionado. “Hoy nos ha faltado creatividad y mejor banquillo”. Sin embargo, su lamento volvía al gol de Fran, que fundió los plomos de los suyos. Menos mal que no hubo sorpasso. Una travesura lo impidió.

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