
Dos ancianas entran a la parroquia para participar en la caravana blanca Foto: GACETA
Aurelio Maroto
La Semana de Exaltación a la Virgen de Peñarroya arrancó con la caravana blanca. Ancianos e impedidos acudieron a una cita ineludible en el calendario de celebraciones por el regreso de la Patrona a La Solana. “Muchas veces estamos en la cantidad de gente que mueve la virgen y no en la calidad; este acto no es cuantitativo pero sí muy importante porque nuestra Patrona acoge a los ancianos de nuestro pueblo” –declaró el párroco de Santa Catalina, Benjamín Rey-. Hay gente que viene a la iglesia de año en año para este momento.
Colaboran las residencias de la localidad, muy sensibles para entender que el anciano también necesita atención religiosa. “Noto la acogida y la colaboración con nosotros, siempre pendientes de este tipo de cosas”. También elogió el papel del grupo de acompañamiento de enfermos y ancianos de las parroquias, que llevan la comunión a casi 60 ancianos a sus casas. “Esa ayuda espiritual les ayuda mucho”.
Una semana de exaltación donde la Virgen de Peñarroya visitará el cementerio, algo que ha generado cierta sorpresa. Según el párroco, la visita al camposanto está orientada a una obra de misericordia dedicada a los vivos y difuntos, resaltando la importancia de la oración por estos últimos. “Nos da cosa tocar los límites de la vida, como la enfermedad, la vejez o la muerte. No pasa nada por ir a la explanada del cementerio, y más en el día de la exaltación de la Cruz.