Plantilla y cuerpo técnico del CF La Solana, temporada 2016-2017                                                                                                                            Foto: La Solana Digital

           Aurelio Maroto

            El nuevo CF La Solana tiene la escopeta cargada y sabe dónde apuntar. Este domingo lo demostró ante el CD Quintanar, uno de los grandes candidatos del otro grupo de Preferente, al que derrotó por un contundente 3-0. Buena manera de firmar el epílogo a una notable pretemporada y excelente carta de saludo a la afición el día de la presentación oficial.

            Una veintena de futbolistas alimentan el vestuario amarillo, que mantiene parte de la columna de la última temporada, pero añade muchas cosas nuevas. La primera, la edad, con una media de 23,4 años, muy por debajo de los 27 largos del año pasado. También destaca la amplitud de armario. Ante el Quintanar, La Solana no bajó su nivel cuando Luismi cambió a más de medio equipo en la reanudación. El rival sí. Una virtud impagable ante una temporada que, sin duda, será larga y dura.

            Es una plantilla más compensada y con más variantes. La defensa mantiene la esencia. Imperial Diego Sevilla en el marcaje a Juanbe, el goleador quintanareño. Falta saber el rendimiento que dará el portero Áless, al que se vio algo impreciso. El centro del campo tiene un nombre propio: Josema. El solanero, avalado por su formación en Albacete y sus tres años en Tercera con el Manzanares, ha llegado para dar mucho empaque y dio un recital, sobre todo en la segunda parte. También ha subido el nivel Mini, un lujo por banda que debe aportar su calidad y experiencia. Y arriba hay mucha más pólvora. Las incorporaciones de Edu Corrales y Edu Jiménez, incluso de Babu, deben garantizar goles. Además, el técnico sigue contando con los Capelo, Almarcha, Raúl y cía, además de los chavales Fran y José María, éste último autor de dos goles el domingo.

            El 3-0 frente al Quintanar vale lo que vale. Permite alimentar sensaciones y adquirir confianza. Pero La Solana también sufrió durante un buen rato en la primera parte, justo el tiempo donde perdió el control del centro del campo. Y sin balón, toca sufrir. Lo mejor de tal laguna fue la capacidad defensiva para no dejarse avasallar. De hecho, el Quintanar dominó esos minutos sin llegada. En la segunda parte, La Solana fue un ciclón y pudo hacer un roto todavía más serio a su rival.

            Al término del encuentro, Luismi estaba contento sin exagerar. Le gusta lo que ve en intensidad y compromiso. También en muchos aspectos tácticos y en las soluciones que tiene para según qué momentos. Pero admite que falta continuidad. También entiende que los jugadores puedan estar fatigados por la alta carga de trabajo que están soportando. No en vano, Mini notó una sobrecarga y Juande sufrió un pinchazo. Nada anormal, según el técnico salmantino, que está apretando las clavijas de lo lindo.

            Toca pensar en el debut liguero en Puertollano. Se acabaron los ensayos. El telón por fin se abre.