
Pablo Díaz recibe el testigo simbólico de Toni Huertas Foto: GACETA
Aurelio Maroto
Pablo Díaz-Malaguilla Ladero fue investido este domingo como nuevo presidente del CF La Solana. La asamblea proclamó al hasta ahora vicepresidente, que encabezaba la única candidatura presentada tras la anunciada dimisión de Toni Huertas. Fue el cónclave del ‘cambio tranquilo’, que también exhibió el descomunal trabajo realizado por la directiva esta temporada. Valga como dato que ha sido capaz de generar 102.000 euros de ingresos y adelgazar la deuda en más de 4.000, dejándola en apenas otro tanto. El superávit superó los 5.000 euros, ya que los gastos se fueron hasta los 96.914 euros. La pena, grande por otra parte, ha sido quedarse a las puertas del ascenso. Esa será la misión de la próxima temporada.
Tan solo una espina
Pablo Díaz-Malaguilla se convirtió así en el 22º presidente del CF La Solana desde su refundación en 1971. Minutos antes, Toni Huertas había tomado la palabra. Elegante, se marchó con palabras de gratitud y emoción. Primero, se acordó de su mujer y a continuación de Ángel Izquierdo, presente en el auditorio. “Él me trajo a La Solana y le debo mucho”. Por supuesto, se dirigió a sus directivos, “gente trabajadora, ellos tienen el mérito”. También dio las gracias al patrocinador principal, La Casota, “cuando nadie quiso, nos echó una mano”. Y, naturalmente, a la afición. “He tenido muchos gestos de cariño”. El único ‘pero’ es evidente, no haber ascendido. “Me voy con esa espina, pero estoy seguro que se logará”.
Después, Pablo Díaz-Malaguilla anunció su candidatura a la presidencia. No hubo sorpresas, como ya había adelantado Radio Horizonte-La Solana dos semanas antes. Encabezaba una lista con 13 nombres, la mayoría de la directiva saliente. Al no haber más aspirantes, los socios podían decidir en ese momento. No hubo debate y la asamblea aclamó al nuevo mandatario con una ovación.

Nueva Junta Directiva del CF La Solana Foto: GACETA
Hacer un club viable
Pablo Díaz-Malaguilla también se acordó de mucha gente, por ejemplo de Toni Huertas, el hombre que salvó al club de una situación muy comprometida el verano pasado. “Él nos inculcó esta ilusión”. Y agradeció la gran labor de sus compañeros de junta. Garantizó que los jugadores cobrarán hasta el último euro y que el club “ha sentado las bases para hacerlo viable”. La deuda de la directiva anterior, la oficial y la que se descubrió después, ascendía a unos 10.000 euros. Quedan por pagar 4.192 euros. “Es una deuda asumible” –admitió-.
Una vez ofrecidos los números, y ante la sorpresa (positiva) de la concurrencia al escucharlos, todos querían ya saber algo del nuevo proyecto deportivo. El flamante presidente evitó perífrasis y fue al grano: “voy a ser claro, queremos hacer un equipo para ascender”. Una declaración que, irremediablemente, acompañará a esta directiva en adelante. Para bien o/y para mal.
Luismi, el mejor colocado
Ese proyecto pivotará en torno a un entrenador, al que se dará potestad para armar una plantilla ganadora. El mejor colocado es Luismi, que no logró llevar al equipo al ascenso pero apenas tuvo margen de maniobra para conseguirlo en apenas 7 partidos y con un vestuario que no conocía. El presidente confía en sus cualidades para dirigir desde el banquillo el nuevo sueño amarillo.