
Los jugadores se abrazan tras el gol de Juli en 'El Carrascal', que no fue suficiente Foto: Agustín Losa
Aurelio Maroto
El CF La Solana no quiere jugar la promoción de ascenso, o eso parece. Es increíble cómo el equipo está dilapidando las continuas oportunidades que le ponen en bandeja. Ayer, en Motilla, bastaba ganar para volver a depender de sí mismo tras el pinchazo del Carrión el sábado ante el Balazote. Ni con esas. Los amarillos volvieron a exhibir sus debilidades y su condición de equipo poco fiable.
Juli puso el 0-1 al filo del descanso y todo parecía controlado. Sin embargo, el Motilla hizo el empate a veinte minutos del final y no hubo capacidad de reacción pese a gozar de varias ocasiones claras. Pero las ocasiones no se tienen, se convierten, o no valen para nada.
A tres partidos para el final de liga, La Solana está a 4 puntos de la promoción. Hace falta que el Carrión vuelva a fallar, tal vez el próximo domingo en Puertollano. Pero el problema no es ese, sino que los amarillos sean capaces de ganar al Valdepeñas en La Moheda. Creer en este equipo es todo un ejercicio de mística.