Chupete -a la derecha de la foto- tras un partido de esta temporada                                                                                                                    Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

            La Junta Directiva del FS La Solana ha cerrado filas con su entrenador tras el cisma producido en el seno del club. La decisión de apartar a dos jugadores de la primera plantilla por indisciplina no ha sido agradable, pero el club no ha dudado en respaldar al técnico. Chupete tomó esta medida contra Nillo y Félix después de varios episodios de insubordinación al régimen interno de la entidad. Tres jugadores más, también locales, decidieron seguirles, en concreto Ramón, Miguel y Noel. Incluso su ayudante en el banquillo, Nete. Ninguno estuvo ya en el partido del sábado frente al Renacer Argamasilla, que el FS La Solana ganó por 5-1 en el pabellón ‘Antonio Serrano’.

En declaraciones Radio Horizonte, Chupete ha explicado las razones que le han llevado a tomar una decisión tan drástica, y ha sido muy claro. “Los he apartado por varias indisciplinas y el vaso se llenó cuando no fueron al partido de Águila ni a algunos entrenamientos, vulnerando el régimen del club”. Llueve sobre mojado y esta vez no le ha temblado la mano. El entrenador admite que ya ha consentido muchas cosas y que no podía dejar pasar más. “Por encima mío y de ellos hay una directiva que trabaja a diario para que La Solana tenga un equipo de fútbol-sala y representamos a un pueblo”.

Admite no sorprenderle que les hayan seguido Noel, Miguel y Ramón. “Me lo imaginaba por su amistad personal, pero lo hice con todas las consecuencias”. En este sentido, no les reprocha nada y respeta su decisión. Otro jugador, Vicente, también amagó con marcharse, pero finalmente no lo hizo. “Se dejó un poco llevar pero volvió, pidió perdón y no pasa nada”.

Chupete es plenamente consciente de que el equipo se queda en cuadro para lo que resta de temporada, así como del impacto añadido de que sean todos canteranos. No oculta que puede afectar negativamente, pero también tiene su parte positiva. Queda claro que el club está por encima, que la ejemplaridad es importante y que ese mensaje de contundencia debe servir para aprender. El joven entrenador solanero, uno de los estandartes de aquella gran generación que ascendió a Segunda División B (entonces Primera A), no ha mirado carnés de identidad. “No hay que mirar más allá que defender este escudo”. Y recuerda el ejemplo de los que se han quedado. “El sábado lo dieron todo y terminaron sin aliento”. Entre ellos se encuentran los solaneros Kiko (que es el capitán), Lopecillo y Vicente, junto a los porteros Barbu y Cózar y los cuatro jugadores de Ciudad Real: Sergi, Fuster, Alfonso y Andrés.

Chupete garantiza que terminarán la temporada lo mejor que puedan y valora muchísimo el apoyo sin fisuras de la Directiva. “Me apoyaron desde que llegué y ahora también, sabiendo lo que entrañaría. Esa confianza no tiene precio para mí”.