
Pitu, en el momento de asistir a Capelo el 2-0 Foto: GACETA
Aurelio Maroto
La Solana parece coger carrerilla en el momento justo. Y no sólo por resultados, que también, sino por sensaciones. Este Jueves Santo bastaron 60 minutos para hacer cuatro goles al Huracán de Balazote en los dos tercios pendientes del partido suspendido el 14 de febrero por el granizo. La Moheda, que congregó a cerca de 500 espectadores en una tarde primaveral, disfrutó de una victoria inapelable, redonda, y de un fútbol alegre y vistoso de los suyos. Será o no será el ‘efecto Luismi’, pero la realidad es que el equipo salió muy enchufado y no tardó en marcar territorio, con empuje y con goles.
El nuevo técnico ha comenzado a poner su sello, por ejemplo colocando a Tore, un extremo natural, como organizador junto a López. Además, dio la titularidad al chaval Jose en detrimento de Maikel, que fue de los mejores el domingo pasado. Para colmo, Michel, otro fijo, también calentó banquillo. “Quiero verlos a todos”, declaró Luismi en sala de prensa. El salmantino dejó claro que no tiene favoritos en el vestuario, que no hay vacas sagradas. “Jugará el que vea que tiene ganas de hacerlo”.
Había que ser valiente para experimentar en una cita tan importante. La Solana tenía poco más de medio partido para ganar y ponerse por delante del Carrión, justo antes de viajar a Tomelloso. Más de media liga estaba en juego. Y el ensayo funcionó por dos razones fundamentales. Una, la intensidad que exhibió el equipo desde el primer segundo. Y dos, la nula propuesta de un Balazote muy timorato. Pero, en estos casos, vale más lo primero que lo segundo. Cuando un equipo quiere, normalmente puede. “Tenemos calidad suficiente para lograr el objetivo” –insiste Luismi-.
El marcador lo abrió Juli, otra vez inmenso en los balones aéreos, con un certero cabezazo a los diez minutos de juego (40 oficiales). En el descanso se retiró Chule por un problema muscular, en principio sin importancia, y salió Pitu. El pichichi amarillo no tardó en internarse por el costado derecho y servir a Capelo el 2-0. Poco después, el mismo Pitu firmó el tercero al aprovechar un lío al borde del área. Gol marca de la casa. Maikel, recién incorporado, redondeó la goleada.

Luismi dando instrucciones durante el partido Foto: GACETA
Había caras alegres al término del partido. Los buenos resultados han aparcado la agitación sufrida con el cambio de entrenador. El mismo presidente, Toni Huertas, que defendió a Ángel Izquierdo hasta el final, no ocultaba su satisfacción. Por cierto, vimos a Sancho bastante recuperado tras el susto del domingo pasado. Finalmente, no tiene la nariz rota y podría reaparecer en breve.
Luismi no quería hablar todavía del próximo partido en su pueblo de residencia, Tomelloso, ante el líder. “Hasta el martes no empezaremos a prepararlo; ahora toca disfrutar y descansar”. –afirmó-. Pasará lo que tenga que pasar, pero si el fútbol es un estado de ánimo, La Solana llegará a este partido en un momento anímico óptimo, radicalmente opuesto al de hace apenas diez días.