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Rueda cese Ángel Izquierdo-1

Pablo Díaz-Malaguilla -izda- junto al jefe de prensa, Agustín Losa, en la rueda de prensa                                                                             Foto: GACETA

               Aurelio Maroto

            Pablo Díaz-Malaguilla toreó lo mejor que pudo su toro más difícil, hasta la fecha. Se enfrentó a los micrófonos para explicar la decisión más controvertida en el seno del CF La Solana desde hace mucho: la destitución de Ángel Izquierdo. El entrenador solanero, hombre de la casa y santo y seña del club en los últimos años, acabada de ser fulminado. La Junta Directiva votó el lunes por la noche cesar al técnico. Ganó la mayoría, ya que no hubo unanimidad en el sufragio.

            Ha sido una ‘bomba’ por lo que significa Ángel Izquierdo para el club y, sobre todo, por la marcha deportiva y el momento elegido. La Solana está enfrascada en la lucha por la promoción y sólo faltan 7 jornadas. Además, cesan a Izquierdo con mejores números que el año pasado a estas mismas alturas, 54 puntos por 52, una victoria más, incluso mejor diferencia de goles.

            No era fácil para el vicepresidente explicar una destitución así. Pero lo intentó, siempre desde el respeto al trabajo y a la trayectoria del técnico. “No es una decisión agradable, pero queríamos un revulsivo porque la dinámica del equipo no era la mejor desde hace tiempo”. Según la directiva, esa ´dinámica decadente’ tiene que ver con la marcha de Ángel a trabajar a Madrid. “Empezó a faltar a entrenamientos”. Pero, claro, esto fue en diciembre. El vicepresidente no tuvo reparos en admitir lo tardío de la decisión. “Nuestro error ha sido no haber decidido esto antes”.

            En el lógico bombardeo de preguntas de los periodistas, admitió que un sector de la directiva no ‘tragaba’ a Ángel Izquierdo desde principio de temporada. Era el entrenador de Toni Huertas, que se lo trajo casi a tirones cuando ya tenía un preacuerdo con el Valdepeñas. Pero no de otros nuevos directivos. De hecho, su enfrentamiento abierto con el tesorero, José Antonio García-Valenciano, acabó con el abandono de éste último. Los buenos resultados mantuvieron la calma-tensa en este sentido durante los meses siguientes. El equipo lo construyó Ángel Izquierdo, muy parecido al que a punto estuvo de ascender el año pasado. Esta plantilla es obra suya, sin duda.

            El mal juego del equipo, cosa evidente, la dirección regular a todos los entrenamientos, cosa también evidente, se han unido a un par de detalles recientes. El primero, unas declaraciones algo fuera de tono del técnico contra un sector de la afición tras el último partido en casa contra el Hellín (1-1). El segundo, y según el vicepresidente, que el domingo convocara para Miguelturra a dos jugadores lesionados (Chule y Maikel) y cuando se lesionó Jesús Bueno durante el partido no hubiera nadie calentando en banda. “Son síntomas de que había perdido un poco el control del equipo”.

            Preguntado por la opinión de la plantilla, se limitó a recordar que la decisión de la directiva es soberana y que se hace por el bien del equipo, de modo que exigió a los jugadores el 100 por cien de compromiso para alcanzar la meta: el ascenso.

            En cuanto al sustituto, admitió contactos con el solanero Manolo Sancho, que acabó siendo descartado. Será de fuera y en las próximas horas se conocerá su nombre. La directiva quiere que el domingo se siente en el banquillo de La Moheda para dirigir al equipo en el importante partido contra el Alpera (16,30 horas).

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