El capitán, Kiko, fue decisivo en la segunda parte                                                                        Foto: GACETA

             Aurelio Maroto

            Antonio Jesús Díaz-Malaguilla “Chupete” no se arruga. Fija el objetivo del FS La Solana para esta segunda vuelta en lo máximo: luchar por el título. Tras ganar el sábado al Alcázar por 7-4, el técnico amarillo mantiene el reto y expone una razón de peso, “tenemos equipo para ello”. Eso sí, sabe que es otro equipo, y no el suyo, quien tiene la sartén por el mango, el Gelovisión Toledo, una apisonadora que saca 11 puntos a La Solana, Infantes y Guadalajara, los tres perseguidores. “Sabemos que si el Toledo no cede no hay nada que hacer, pero esto es muy largo y si ellos fallan tenemos que aprovecharlo”.

            Puede que el optimismo de Chupete contenga una dosis de irrealidad, quizás para mantener la motivación del entorno, plantilla, directiva y afición, pero es verdad que su discurso es leal desde el comienzo de la temporada. Igual que el año pasado paró los pies a su propio presidente cuando éste dijo que el equipo pelearía el ascenso, esta temporada es él mismo quien lo dice.

            A la espera de próximos resultados que avalen o desdigan al entrenador solanero, el FS La Solana sigue ganando. El sábado despachó a un correoso y dinámico Alcázar FS (7-4) en el arranque de la segunda vuelta, pero con enorme sufrimiento. Aunque Fúster y Félix adelantaron a los locales, el conjunto visitante logró empatar dos veces gracias a un planteamiento muy valiente, con presión en medio campo y proyecciones velocísimas a la contra.

            En la reanudación, otra vez empató el Alcázar (3-4) y obligó a La Solana a exprimirse al tope. Tuvo que llegar al rescate Kiko, que con un latigazo espléndido a la escuadra puso el 5-4. Fue el bálsamo que precisaba el equipo para atemperar el juego, dominar más la ronda de pases y obligar al Alcázar a cumplir las cinco faltas. Ya con portero-jugador, Alfonso se sacó de la manga una de sus delicatesen para hacer el 6-4. Un robo de balón de Sergi liquidó definitivamente el choque.