
Javier Fesser -centro- junto al concejal de Cultura y los responsables del festival Foto: GACETA
Aurelio Maroto
En los Andes peruanos, a 2.800 metros de altura sobre el nivel del mar, la civilización pareció detenerse hace tiempo. En el Departamento de Cajamarca, que significa ‘pueblo de espinas’ en lengua Quechua, los niños recorren distancias enormes para llegar a la escuela. Por la tarde, ‘mueven’ las ovejas, cavan la tierra y arriman el hombro en cualquier tarea doméstica. Algunos incluso se ganan unas ‘soles’ (moneda oficial de Perú) atendiendo a los escasos turistas que llegan. Les explican cómo los españoles conquistaron esas tierras y se llevaron el oro. Como ellos se llevan, en un descuido del despistado visitante, el teléfono móvil que tanto anhelan tener.
Incluso en esos lugares tan apartados del mundanal ruido, tan deprimidos (según entendemos la vida en el ‘primer mundo’), ha llegado ese monstruo que lo inunda todo: Internet. Un hecho que revoluciona por completo la plácida, aunque dura, o viceversa, vida en las alturas andinas del Perú. De eso va Bienvenidos, el exitoso cortometraje del no menos exitoso director Javier Fesser, un tipo campechano que pasea con absoluta naturalidad su media docena de premios Goya.
Fesser protagonizó una de las catas comentadas del XI Festival de Cine y Vino “Ciudad de La Solana”, celebrada en La Casota Gourmet. Un maridaje entre ambas cosas que se hizo real y creíble gracias a dos grandes profesionales de la DO La Mancha, Juanjo Mazuecos y Saray Marco, que condujeron con destreza la original función cinéfilo-vinatera.
Basándose en el delicioso cortometraje de Fesser, fueron sacando vinos para probar, por supuesto con el sello de nuestra Denominación de Origen. Un blanco joven airén, un blanco de barrica, un rosado y un tinto joven tempranillo fueron degustados, y contrastados, por los aficionados que llenaban la coqueta sala de catas de La Casota Gourmet, incluido el laureado director madrileño. Definitivamente, el vino y el cine tienen mucho en común. Cuando uno sabe ser creativo, claro.