
Fotograma de un vídeo que captó el momento de la original y simpática petición de matrimonio
Aurelio Maroto
El deporte es fantástico por múltiples razones que huelga recordar. Y a veces también es una caja de sorpresas donde nunca sabes lo que te puedes encontrar. ¿Quién dijo que todo estaba inventado a la hora de pedir matrimonio? Qué va. La originalidad, y también la audacia, siempre pueden dar una vuelta de tuerca más.
Ocurrió este sábado en el pabellón La Moheda. Abrían la nueva Liga Autonómica de Basket el CB La Solana-Fritos Sevilla y el CB Miguelturra. Los anfitriones saltaron a la pista para ser presentados ante su afición, uno a uno. Hasta que saltó el último, Pablo Serrano. Hasta ahí, todo normal. Sin embargo, cerrar el carrusel de presentaciones no era casual. Cogió el micrófono para agradecer el apoyo de la afición y… ¡para pedir matrimonio a su prometida!
Pero la cosa no para ahí. Resulta que la novia no estaba en la grada. ¡Estaba en la misma pista! Y por si fuera poco, lista para arbitrar. Como lo leen, formaba dúo arbitral. Ni corto ni perezoso, Pablo se acercó a ella, hincó la rodilla en el suelo y abrió un pequeño estuche. Contenía el anillo de compromiso. Maika Crespo, que así se llama la novia, escuchó atónita la declaración de su media naranja. Seguramente se le cayó el silbato a los pies (metafóricamente hablando), pero una vez repuesta, entendió que la “travesura” de Pablo iba muy en serio. No tardaron en darse un beso y fundirse en un abrazo ante la espontánea ovación del público, regocijado ante un lance cargado de originalidad, simpatía y ternura. El equipo visitante, el CB Miguelturra, también lo entendió así.
“Te juro que no sabíamos nada” –ha declarado a Radio Horizonte el capitán del equipo, Fernando García-. “Fue una sorpresa para todos; así es Pablo”. Mientras, el interesado quita hierro al asunto. “Se me ocurrió que podía ser una buena forma de pedirle matrimonio y lo hice con total naturalidad”. Esa es la palabra, naturalidad, con la que los futuros contrayentes quieren que todo el mundo entienda este episodio. Por cierto, aún no hay fecha para la boda. Ignoramos si el bueno de Pablo improvisará alguna otra cosa para entonces. Maika, no bajes la guardia.