
La Solana dominó a base de presión y empuje, como demuestra esta imagen Foto: GACETA
Aurelio Maroto
Parece que la maquinaria amarilla comienza a carburar de verdad. El engranaje funcionó ayer como un reloj, o casi, y La Solana recetó un partido bastante acicalado ante su afición. El 2-1 final, en apariencia apurado, no exhibe en absoluto la ofensiva total sobre la guarida de Jesús Usero. La segunda parte fue toda una demostración de control del juego y capacidad para fabricar ocasiones de todos los colores. La falta de puntería, pecado grave en esto del balompié, evitó un descosido muy serio en la hueste visitante y, al menos esta vez, no penalizó.
Consciente de que tiene donde elegir, Ángel Izquierdo sorprendió dejando en el banco a Pitu (6 goles) y Almarcha. Preveía un partido largo y optó por rotar. Abrió el campo con dos extremos puros, Capelo y Sergio Talavera, recolocando a Chule en su posición natural de delantero centro. Lo que no varió respecto al último partido en casa fue la posición de Raúl, escoltado detrás por Michel y Jesús Bueno, dos pretorianos de mucho cuidado. Atrás, de nuevo titularidad para Juanma, que poco a poco emerge tras casi un año lesionado, y enésimo cambio en la portería. El duelo Espadas vs Seve demuestra que el técnico confía en los dos, o tal vez en ninguno. No plenamente, desde luego.
La Solana tardó en asentarse. El At. Puertollano aguantó la acometida inicial y equilibró el duelo en seguida. Gran despliegue físico de Jesús Bueno para apagar algún fuego atrás e intentar sacar al equipo, falto de empuje en los primeros minutos. La Moheda esperaba a su nuevo niño mimado, Raúl. El juvenil apareció a los 25 minutos para rematar a gol una delicatesen de Capelo por el costado zurdo. Penetración, pase atrás y gol.
El At. Puertollano intentó estirarse y volcó toda su presencia arriba por el ala diestra. Allí sufrió Juanma. A la media hora, Espadas sacó una buena manopla para evitar el empate, que llegaría en una espectacular volea de Yerai cinco más tarde, donde el meta valdepeñero no anduvo tan aseado. Los últimos diez minutos del primer tiempo fueron de carga constante de La Solana, que pudo hacer el segundo en un cabezazo franco de Chule.
La reanudación empezó con claro dominio amarillo. Serio Talavera se gustó por el costado derecho, donde tuvo sus mejores minutos en lo que va de liga, mientras Raúl y Chule hacían de las suyas más escorados a la izquierda. Un pase entrelíneas marca de la casa del chaval dejó sólo a Chule, que pateó desviado. Fue el preludio del 2-1, a los 11 minutos. Esta vez fue la conexión torralbeña, Chule-Sergio Talavera, la que sí encontró el premio gordo.
Ángel Izquierdo movió ficha dando entrada a Almarcha en el medio en lugar del central Diego Sevilla, con tarjeta. El míster no quería sustos y recolocó sus piezas en el tablero. Después salieron Pitu y Jose López para ganar músculo sin perder artillería. Así, mientras el At. Puertollano aparecía vagamente en ataque merced a alguna falta lateral, La Solana controlaba con enorme autoridad el tempo del partido. Chule tuvo el tercero en un mano a mano con Usero (a pase de Raúl, por supuesto), pero también lo tuvieron Pitu, Sancho o Juanma, por ejemplo.
Al final, el 2-1 es más que suficiente. Son tres nuevos puntos que elevan a cuatro los triunfos consecutivos y, sobre todo, alimentan la confianza del equipo y la ilusión de la afición. Volvió la peña “Brigadas Solaneras” para capitanear a los casi 500 fieles que poblaron La Moheda. Tarde redonda, sin duda.