
Una jugada del partido del domingo en La Moheda Foto: GACETA
Aurelio Maroto
Tarde de redención en La Moheda. El CF La Solana hizo las paces con sus 400 fieles tras golear al Conquense B (3-0) y dejar algunos momentos, no muchos, de brillantez. Sin embargo, lo que más gustó fue la actitud del equipo, mucho más dinámico en su juego y con una enorme capacidad para generar ocasiones de gol. Y entre el buen tono general, un par de jugadores emergieron con fuerza. Uno, Raúl, que por fin quiso (y logró) echarse el equipo a sus espaldas, sobre todo en la primera parte. Dos, Pitu, omnipresente en las acciones de ataque amarillas. Sus tres goles exhibieron el gran momento que atraviesa cara a puerta, a pesar de que volvió a fallar algunas muy claras. Lleva 6 goles en 5 partidos.
La Solana ganó por calidad y por empuje. El Conquense B ha perdido empaque respecto al del año pasado, aunque tiene futbolistas bien dotados técnicamente y hechos físicamente. Su “pecado” es la inexperiencia, sin más. Ángel Izquierdo sacó un once muy ofensivo, con tres delanteros (Capelo, Pitu y Chule) y dos medias puntas (Raúl y Almarcha). Mucha artillería que exigía a Jesús Bueno una gran responsabilidad a la hora de equilibrar el juego. Pero encontró la ayuda de Almarcha, que dio un paso atrás para dejar su puesto natural a Raúl. El juvenil estuvo sencillamente genial en la primera parte. Cada vez que encaraba con el balón en los pies pasaban cosas y su juego clarividente provocó algunas de las mejores acciones en ataque. De hecho, a los 20 minutos asistió a Pitu para el 1-0 con un pase sensacional entre líneas.
El equipo también funcionó por las alas. Capelo estuvo muy activo por la banda zurda, a pierna cambiada, participando mucho en el juego. Igual que Chule, que supo asumir el “sacrificio” de escorarse al costado derecho y ayudó mucho en tres cuartos. Si La Solana no se fue al descanso con más renta fue por mala fortuna. O mala puntería, más bien. Entre tanto, el Conquense tuvo el empate en una contra al filo del descanso, pero Seve voló a contrapié para hacer la parada de la tarde.
La segunda parte comenzó sin ritmo. Ambos equipos se enredaron en un juego insulso sin presencia arriba. Hubo que esperar al minuto 18 para encontrar un cabezazo peligroso de Dani, que rozó el poste izquierdo de Seve. La Solana había perdido aire porque a Raúl se le acabó la gasolina. Ángel Izquierdo sacó a Jose López para oxigenar y proteger el medio centro y el equipo se rehízo. En estas llegó el 2-0 tras un regalo inesperado de Edgar. Pitu, incansable en la porfía, estaba allí para cogerlo.
Era el minuto 70 y el partido quedó liquidado, aunque todavía quedaba una delicatesen firmada por Chule. El delantero de Torralba cocinó un jugadón desde campo propio, penetró en el área y sirvió a Pitu el hat trick. La afición, agradecida, despidió a ambos con sendas ovaciones cuando fueron sustituidos, igual que había hecho con Raúl.
Al término del encuentro, Ángel Izquierdo no ocultaba su satisfacción. A la pregunta de qué ha cambiado, era rotundo: “primero de todo la actitud”. A partir de ahí –añadía- sólo es cuestión de sacar la calidad. La Solana ya es sexta con 8 puntos, a dos de la promoción. Pero no menos importantes son las sensaciones.