Juan Pedro Naranjo junto a su vicepresidente, Matías Alhambra, y su tesorero, Blas Fernández                                      Foto: GACETA

              Aurelio Maroto

            Juan Pedro Naranjo Carrascosa se convirtió el sábado en el vigésimo presidente del CF La Solana tras una asamblea meteórica y un tanto extraña. Meteórica porque se despachó en pocos minutos, y extraña porque, a pesar de que el aula del edificio “José Vicente Ortiz” estaba lleno de socios, apenas hubo preguntas y no se escuchó una sola palma de bienvenida al nuevo presidente cuando levantó la sesión. La sala se vació en silencio y apenas hubo enhorabuenas. No recordamos nada igual.

Naranjo había sido el único candidato que había expresado su intención de presentarse, como así fue. Pero la expectación levantada para esta asamblea iba más allá. Los rumores habían sido intensos durante la semana sobre más candidaturas. De hecho, asistieron varios ex–presidentes. Muchos daban por hecho que habría elecciones. Pero cuando el presidente saliente, Ángel Lara, preguntó por esas candidaturas, sólo se pronunció Juan Pedro Naranjo, cumpliendo lo que había anunciado. Confirmó que tenía su Junta Directiva configurada y un proyecto para el CF La Solana. Ante la falta de rivales, se le invitó a sentarse en la mesa para continuar dirigiendo la asamblea.

Acompañado por dos de sus directivos, leyó los diez nombres que forman su nueva junta. Después, y de manera muy genérica, explicó que tendrá un presupuesto de 50.000 euros y que los objetivos son estar arriba. No confirmó quién será el entrenador. “Hemos hablado con uno, pero nos ha salido otro y a lo mejor nos sale más barato”.

A pesar de la masiva asistencia, nadie preguntó por los jugadores, ni por la deuda, ni por los precios de los carnés, ni por el equipo juvenil, ni por la escuela de benjamines… Nada. Una preocupante falta de interés que exhibe la falta de entusiasmo con la que parece haber sido recibida la nueva Junta Directiva.

Pero la prensa sí preguntamos después a Juan Pedro Naranjo por todas esas cuestiones. Por ejemplo, confirmó que no pagará lo que se debe a los futbolistas, unos 8.000 euros (ninguno tiene contrato), ni la deuda con el proveedor de bebidas. Sin embargo, dice que quiere contar con muchos de esos jugadores y que no teme a una posible demanda de proveedores. Insiste en que él no ha generado esa deuda. Pero no lo tendrá fácil si no se aviene a negociar con unos y otros.

El presupuesto, unos 50.000 euros, debería servir para construir un equipo ganador, según dice. En este sentido, habló de una empresa que podría apoyarle, pero no dijo cuál. Esta semana quiere dar a conocer el nombre del entrenador. Parecía tenerlo hecho con el valdepeñero Paco Fuentes, pero habló de otro candidato de Manzanares. En cualquier caso, no cuenta con Ángel Izquierdo, a pesar de ser de La Solana y haber cuajado una campaña sensacional, quedándose a las puertas del ascenso con un equipo prácticamente local. Según dijo, “el entrenador será de fuera”.

En cuanto a los precios de los carnés, dio por hecho que se mantendrán igual, es decir, 30 euros el protector y 50 el de honor, aunque la entrada en taquilla subirá un euro. El recién elegido presidente pidió tiempo para trabajar y sólo avanzó que esta semana dará a conocer el nombre del entrenador y los primeros movimientos en la plantilla.