Aurelio Maroto
“Creíamos que íbamos a tener racimos como botijos, y tendremos racimos como rosarios”. El secretario regional de COAG-IR, Alfonso Marín, ha sido así de gráfico a la hora de valorar la próxima cosecha de uva. De acuerdo con las previsiones de su propia organización agraria, que ha cifrado el descenso medio en un 10% respecto al año pasado, el dirigente solanero ha calificado de “negativo” este descenso por que “el agricultor lo que pide es cantidad, desgraciadamente”.
Al respecto, Marín se congratula de que la calidad vaya a ser excelente “la uva llegará en unas condiciones estupendas en todos los sentidos”, pero recuerda que no es la calidad la que da rentabilidad al agricultor “estamos hartos de dar calidad al mercado y por desgracia lo que pedimos es cantidad”.
El descenso en la previsión de hectolitros, que según COAG-IR bajará de 20 a 18 millones, se debe principalmente a la aparición de algunas enfermedades en las viñas, entre ellas el mildiu. La gran humedad tras un año de intensas lluvias ha sido buena hasta un límite, pero pasado ese límite ha sido perjudicial. Salvo en algunas zonas, como el caso de La Manchuela, donde se espera que la cosecha sea casi idéntica a la anterior, en otras áreas de producción se prevén descensos de hasta un 30% “los racimos no darán más de 300 gramos, cuando esperábamos que pesaran entre 400 y 600”.
Además, el arranque de 22.000 hectáreas de viñedo este año ayuda a comprender mejor el por qué de este descenso en la producción. En este sentido, Marín vuelve a posicionarse como un enemigo del arranque y defiende el valor de las viñas, no sólo como planta que da un fruto “la viña es un antifuego natural, una planta que produce oxígeno a la atmósfera y que cuida nuestro medio ambiente”.
La madre del cordero, una vez más, será la negociación del precio. Marín recuerda que el presidente Barreda prometió el año pasado comenzar el debate ese mismo mes de noviembre para ver precios de coste. Pero se espera otro verano caliente. La propuesta de COAG-IR habla de un precio de 38/40 en la variedad blanca airén y de 65/70 en la tinta cencibel, en vaso.
Del cereal se beneficiarán los almacenistas
Por lo que respecta al cereal, Alfonso Marín no cree que las malas cosechas en grandes países productores como Ucrania o Rusia, que incluso han cerrado sus fronteras a la exportación, beneficie a los productores españoles, y más en concreto manchegos ante el anunciado aumento del precio del grano. El dirigente de COAG lo tiene claro: “los agricultores ya vendieron su cosecha hace tiempo; en todo caso se beneficiarán los grandes almacenistas”.