Paulino Sánchez
Los fuegos artificiales, a las doce de la noche en punto del martes 27, cerraron los festejos de feria de este año. A esa hora el cielo cercano al recinto ferial se iluminó de colores y de los estampidos de los cohetes. La habitual “pólvora”, congregó a muchas personas en las cercanías de los campos de la Ciudad Deportiva y el parque de La Moheda para contemplar esos fuegos artificiales.
Por otro lado es tradicional que ese último día de la feria se denomine como “del niño”, con rebaja en todas las atracciones, lo que hizo que el recinto ferial se viera inundado por infinidad de personas, sobre todo niños y jóvenes, deseosos de despedir la feria subiendo a varias de esas atracciones, los cochecitos, el trenillo, los ponis o cualquiera de las muchas atracciones instaladas en el ferial.
Por otro lado muchas personas aprovechan ese día para realizar compras, desde juguetes a cualquier objeto de lo más variopinto, el turrón tradicional de la feria y degustar el helado, el chocolate con churros, jugar la última partida en el bingo o en el tirapichón, para despedir a los feriantes que volverán puntuales el año próximo para Santiago y Santa Ana.