Aurelio Maroto
La Solana rendirá en pocos días su particular homenaje al Quijote, y lo hará de por vida. Una estatua ecuestre del ingenioso hidalgo, montado a caballo, adornará la glorieta principal de entrada a la ciudad desde la carretera de Manzanares.
Hecha con acero laminado, la figura representa un Quijote a lomos de Rocinante, con escudo incluido y lanza en alto. El monumento mide aproximadamente 5 metros de altura y 4 de longitud, y mirará hacia Manzanares, de modo que exprese desafío a quienes lleguen a La Solana, según explicó a Radio Horizonte su creador, el escultor valdepeñero Lillo Galiani, a la sazón autor de las “Hoces y espigas” situada en la glorieta de salida a Valdepeñas, y la alegoría de la “Aguja y el sol”, recién instalada en la rotonda de salida a Tomelloso.
De momento se está terminando de construir la peana sobre la que instalará la estatua. El escultor tiene terminadas todas las piezas y sólo le queda ensamblarlas. Calcula que a finales de mes podría estar todo dispuesto para su instalación, aunque aclaró que será el Ayuntamiento quien, naturalmente, de la orden definitiva para su traslado y montaje.
De esta forma, se completa el ornamento desde el punto de vista escultórico de las principales glorietas de entrada y salida a la ciudad, en todos estos casos con motivos relacionados directamente con la historia o la tradición solanera… o manchega. Y es que no eran pocas las voces que reclamaban recuperar algún motivo relacionado con el personaje más famoso de la literatura universal: Don Quijote de La Mancha. Ya lo tenemos, y además en un lugar de máximo privilegio.