
Albeto Ruiz -agachado a la derecha- en el partido ante Italia Foto: RFEF
Aurelio Maroto
Bajo el eterno cielo gris y plomizo de Gran Bretaña, el estadio St. George’s Park acogió el Torneo Desarrollo de la UEFA. Allí, la selección española sub-15 ha competido durante cinco días contra sus homónimas europeas de Italia, Inglaterra e Islandia. Tres partidos saldados con dos victorias y una derrota, donde ha emergido la figura luminosa de Alberto Ruiz. El pequeño de los Sanchos ha liderado a los cadetes de La Roja con el brazalete de capitán, llevando sobre sus hombros el orgullo de su pueblo y de su tierra. Un ejemplo más del prometedor futuro que le espera a poco que el Dios del fútbol le acompañe. Talento natural –y ganas-, le sobran.
Alberto Ruiz-Santa Quiteria Intillaque (La Solana, 9-2-2011) ha demostrado que cuenta, y mucho, para el seleccionador nacional cadete. En el estreno ante Italia, España firmó una victoria de prestigio por 2-1 en un encuentro intenso y táctico, donde el solanero ejerció de faro en la medular, ordenando, ofreciendo líneas de pase y marcando el tempo con serenidad. En el segundo duelo frente a Inglaterra, repitió titularidad y capitanía. Fue la prueba más dura, con una derrota española por 0-3 ante los anfitriones que sirvió para aprender. En el cierre del torneo, ante la débil Islandia, el seleccionador dio descanso a varios titulares y Alberto ingresó en la segunda parte (minuto 55) de un partido que derivó en un auténtico vendaval ofensivo español (11-0).
Más allá de resultados, el torneo sirvió para consolidar a Alberto Ruiz como una de las promesas más firmes del fútbol español. Pieza importante en el organigrama de la cantera del Real Madrid, ya debutó el año pasado en la selección sub-14 y ahora sube un escalón más para seguir siendo el ‘10’ de España. Nada mal para un chaval que aún no ha cumplido los 15 años. Desde La Solana hasta Inglaterra, su nombre empieza a sonar con fuerza, como el de un capitán precoz que juega con los pies en el presente y la mirada puesta en un futuro que ya asoma, aunque toca seguir quemando etapas. Trabajo, paciencia, y la pizca de fortuna que en este deporte hace falta, seguirán siendo las claves.