
El colectivo exige una gestión responsable y local de los residuos
Gabriel Jaime
El Centro Independiente de Agricultores y Ganaderos de La Solana (CIAG) ha difundido un comunicado en el que expresa su preocupación por la instalación de macroplantas de biometano en varios municipios de la provincia de Ciudad Real, algunas de ellas próximas a la comarca solanera.
En la nota, la organización agraria advierte de los riesgos para la salud y el bienestar de la población, así como del impacto económico y medioambiental que este tipo de infraestructuras podría acarrear. “No concebimos que nuestra salud y bienestar sea moneda de cambio para que un puñado de empresas se lucren a nuestra costa”, señala el CIAG, recordando que existen “estudios y experiencias contrastadas más que de sobra sobre repercusiones en la salud de los habitantes del entorno de estas macroplantas”.
El comunicado también alude a la posible afección sobre los productos agrícolas de la zona, especialmente aquellos que dependen de la calidad ambiental para su comercialización. Según el texto, “la exposición constante a olores nauseabundos” podría alterar las propiedades organolépticas del vino, las hortalizas o los frutos secos, “con una pérdida de calidad e imagen llegando a ser letal en la comercialización”.
La organización subraya que no se opone al tratamiento de residuos, pero sí al modelo que considera desproporcionado e injusto. “Los residuos deben ser gestionados correctamente y lógicamente cerca de donde se producen, pero Ciudad Real y en concreto esta comarca no puede convertirse en el estercolero de media España”, advierte el comunicado.
Finalmente, el CIAG anuncia su oposición frontal a este tipo de proyectos “que ponen en riesgo la salud de la población y su futuro económico”, y aboga por un modelo alternativo basado en pequeñas plantas de gestión local que minimicen los impactos ambientales y sociales.