El parque de La Minilla ya reformado FOTO: GACETA
Verónica Ruiz-Peinado
El Parque de La Minilla luce un aspecto completamente renovado tras una importante actuación municipal. Se ha recuperado por completo este espacio verde que pasaba desapercibido y que hoy se integra plenamente en el entorno urbano.
El proyecto ha consistido en la nivelación del terreno interior, sustituyendo la antigua grama y pajitos por una base más compacta de cal y arena. “Al principio levantaba polvo, pero con el riego y las lluvias se ha asentado bien, eliminando los baches y las escorrentías que había antes”, explicaba la regidora.
Otro de los puntos fuertes de la actuación ha sido la mejora del sistema de riego, que ahora es subterráneo, por goteo y totalmente automatizado, que permite ahorrar agua y mano de obra. Además, se ha apostado por plantar especies arbustivas propias de la zona y por incorporar distintos elementos para el ejercicio al aire libre. El parque cuenta ahora con nuevos bancos, papeleras, una fuente y un punto de recogida de tapones, diseñado para resistir a posibles actos vandálicos.
Nueva apariencia del parque FOTO: GACETA
La reforma se completa con una mejora estética y energética, nueva piedra artificial para descanso, embellecimiento de muros con monocapa en tonos amarillos característicos de La Solana, instalación de luces LED que mejoran la seguridad nocturna y una barandilla de acceso que facilita la accesibilidad.
El coste total de la actuación ronda los 50.000 euros, combinando recursos propios y subvenciones externas. “La acogida ha sido muy buena en el barrio, y nos alegra ver cómo los vecinos disfrutan de este espacio que antes pasaba desapercibido”, concluía la alcaldesa.
Siguen los arreglos en las piscinas
A preguntas de la prensa, sobre la situación de la piscina pequeña climatizada, la alcaldesa explicó que se han detectado aportaciones exteriores de agua, de origen aún desconocido, aunque se sospecha que vienen de ambas piscinas exteriores, sobre todo de la olímpica.
Tras vaciar la instalación, se comprobó que la arena de sílice no estaba bien aplicada, lo que provocaba que resbalara, por eso se ha vaciado, se ha corregido el defecto y se espera que esté operativa lo antes posible.
La regidora aseguró que las fugas son un problema antiguo, de incluso de más de diez años. Por ello, el Ayuntamiento prevé una inversión de 500.000 euros en una primera fase, aunque se necesitará otro medio millón para dejar las instalaciones en condiciones óptimas.