Josema, en un partido en La Moheda Foto: GACETA
Aurelio Maroto
El capitán del CF La Solana, Josema (31), ha decidido poner punto final a su etapa en el equipo de su pueblo, una decisión que le ha costado tomar, pero que considera inevitable. Tras casi una década defendiendo los colores amarillos y siendo uno de los referentes en el vestuario, el canterano dice adiós “con tristeza, pero también con orgullo”, después de haber vivido algunos de los momentos más memorables del club. El pasado 1 de junio, fue titular en el épico ascenso frente al Yuncos, con aquel gol de Rodrigo Alves y 2.000 almas en La Moheda.
En una entrevista concedida a Radio Horizonte, Josema no ha ocultado las razones de su marcha: “En verano firmé unas condiciones que no se han cumplido, la verdad, y llevando un negocio es muy difícil”. Josema es el típico ejemplo de jugador amateur, que compagina trabajo y fútbol. Compagina su faceta deportiva con la gestión de su empresa y reconoce que los nuevos horarios de entrenamiento han hecho imposible compatibilizarlos. “Tenía pactado no entrenar los lunes y hacerlo los viernes por la tarde, pero al final son todos los días por la mañana. No puedo faltar tanto tiempo al trabajo”, admite.
La decisión no ha sido fácil. “Llevaba semanas dándole vueltas, lo hablaba mucho con mis padres y con mi pareja. Era una decisión difícil, pero ya me estaba afectando a mi vida personal”, confiesa. Y no ha ocultado su dolor por la despedida: “Me voy un poco triste, porque después de nueve temporadas en el club, tener que dejarlo por estos motivos, duele, sobre todo después del ascenso tan bonito que vivimos”. El futbolista recuerda con emoción aquella histórica tarde, cuando La Solana selló su regreso a Tercera División: “Fue un año muy duro y a la vez muy bonito. Ver a todo el pueblo celebrándolo fue un orgullo enorme como capitán y como solanero”.
Jugar en La Moheda, lo máximo
Josema se siente un tipo con suerte, aunque solo sea por vivir el ambiente de La Moheda, un estadio que considera único: “Desde mi primer año, solo el calentamiento ya te ponía los pelos de punta. No hay ningún campo en Tercera como este. Jugar en tu pueblo, con tu gente, es un orgullo que no se puede describir.” Esas sensaciones, vividas junto a compañeros y amigos de toda la vida, son las que le acompañarán siempre.
Josema, con el brazalete de capitán Foto: GACETA
A pesar de su marcha, está escrito que seguirá jugando. Salió de La Solana con 14 años rumbo al Albacete Balompié, y regresó para debutar en Tercera División con solo 18 años, en las filas del Manzanares CF, donde llegó a jugar un play-off de ascenso a Segunda B, y ha logrado dos ascensos vestido de amarillo. Es el clásico jugador de equipo, capaz de rendir como lateral, como central o como pivote defensivo, tal vez su posición natural. La temporada pasada, su aportación fue crucial en la consecución del ascenso. Naturalmente, no le faltan novias: “Tengo varias ofertas, pero necesito tiempo para pensar qué hacer con mi futuro. Mi intención es seguir jugando, porque siento que me quedan años de fútbol.” Sobre la actual plantilla amarilla, se muestra optimista: “El equipo se está haciendo y no van a tener problemas. Si las cosas se dan bien, pueden estar en la parte media-alta de la tabla tranquilamente.”
Con esta despedida, se cierra una etapa dorada para uno de los capitanes más queridos del CF La Solana. Josema deja el club, pero también deja un legado de compromiso, esfuerzo y amor por el club de su tierra. Y aún más importante, la puerta abierta. La Moheda le considera uno de los suyos.