
Minuto de silencio en memoria de Gabriel Onsurbe antes del partido Foto: Jesús Velasco
Aurelio Maroto
El CF La Solana hincó la rodilla en su debut liguero en casa. Cayó por la mínima frente al CD Tarancón, que no se comió el pan a traición en La Moheda. Entró mejor en el partido, fue superior en la primera mitad, y solo su falta de puntería ante un sólido Manolo dejó vivo a los locales. En la reanudación, creció La Solana, pero las mejores ocasiones continuaron siendo blanquiazules. Solo Rodrigo Alves, otra vez adalid de una pelea desigual con toda la defensa visitante, puso el ¡uy! con un balón al palo. Irónicamente, el único gol llegó tras una conexión entre dos examarillos, Alí Radjel y Madalin, suficiente para enviar los tres puntos rumbo a Cuenca.
La Moheda presentaba un gran ambiente, con mucho público y una hierba natural que, aunque lejos de estar perfecta, lucía mejor que de costumbre. Pero, extrañamente, La Solana no supo contagiarse. Salió taciturna, encogida y sin feeling con el balón. El Tarancón no tardó en demostrar que esta temporada quiere comer en la mesa de los mejores. No importó que Jorge Cañete estuviera fuera del banquillo por sanción. Sus jugadores entendieron en seguida que a su buen pie solo tenían que añadir más empuje que el rival. Así fue como en seguida comenzaron a ganar duelos y a encontrar espacios en tres cuartos. Álex Ramos no veía el cuero, Jesús Moreno sufría en la contención y Madalin encontró una autopista por el extremo derecho, creando superioridad con las ayudas de Gabri Salazar. Gregorio Uriel tenía serios problemas para detener la ofensiva. Incluso en los balones colgados, Clovis se anticipaba de cabeza a las torres amarillas.

Jiménez intenta parar a Madalin en una acción del partido Foto: GACETA
Sin embargo, malas decisiones en el último pase o la solvencia de Manolo impedían el gol conquense. Pasada la media hora, Madalin, egoísta en un par de acciones previas, por fin acertó en un agujero por el centro, solo ante Manolo. Poco después, Gabri tuvo el segundo en otro mano a mano, pero el veterano guardameta solanero sostuvo de nuevo a su equipo.
El primer tiempo terminó con ese exiguo 0-1 y la esperanza de que el decorado cambiara en la reanudación. En parte, fue así. La Solana salió con otro brío, más suelta en la ronda de pases y con más sensación de peligro. Por primera vez, Mario Nieto resopló cuando Alves lo encaró y dibujó una rosca envenenada que escupió su poste derecho. El Tarancón devolvía el golpe, con un Alí muy activo y un Gabri demasiado espeso en la definición. Al fin apareció la energía de Fallou Ka y algunas pinceladas de Ramos. Julián Falcón ya había sentado a Uriel y metido a Aarón Cordero por la izquierda, y ordenó calentar a Iván Riveiro. Quizás olía algo de sangre, pero el gallego aún está lejos de su mejor versión tras su rotura muscular. No es poco que volvió al verde y no se resintió. El equipo necesita su creatividad. También entró Julio Armas y en los últimos minutos Alberto Dono. Toda la artillería en escena, pero ni con esas. El Tarancón se defendió con orden y no se dejó rodear, más allá de acometidas dispersas. Su triunfo en La Moheda fue incontestable. La Solana termina la jornada sexta, con 3 puntos en dos partidos. Visto lo visto, no es un mal arranque.

Falcón: “Me voy con sabor amargo”
A pesar de todo, Julián Falcón acudió a la sala de prensa contrariado. El técnico canario analizó con crudeza la derrota sufrida por su equipo: “Me voy con un sabor amargo, porque en la primera parte no estuvimos nada bien. Es un tema de intensidad, de actitud, y nos ha penalizado muchísimo la juventud que tenemos”. Admitió que la falta de experiencia se hizo notar en exceso: “La sensación que tenía era como si un equipo senior jugara contra un equipo juvenil, y eso nos ha pasado factura”. Según Falcón, algunos jugadores pecaron de exceso de confianza, lo que se tradujo en errores graves: “Siempre que tú te confías, el fútbol te penaliza”.
Valoró la mejoría en la segunda parte, aunque insuficiente: “Hemos ajustado, hemos estado mejor, pero aun así nos han generado ocasiones en ataque organizado”. Por supuesto, no obvió el rival que había enfrente: “Es un equipo hecho para pelear el playoff, uno de los mejores que van a pasar por La Moheda y hoy estamos muy por debajo de ese nivel”. Con un discurso realista, Falcón no ocultó que el principal objetivo es la permanencia y repitió lo que había dicho en la previa: “Cada victoria para nosotros debe ser una fiesta porque nos va a costar muchísimo durante toda la temporada”.
Cañete: “El objetivo es el play-off”
La otra cara de la moneda era Jorge Cañete, amigo personal de Julián Falcón. “Son tres puntos muy valiosos, sabiendo la dificultad del campo y del rival”. Reconoció que “la primera parte era para habernos ido con una renta superior” y que “hasta el minuto 60 hemos sido muy superiores a La Solana”, encontrando espacios por banda e intervalos interiores. Después, su equipo tuvo que sufrir ante las llegadas locales, entre ellas el palo de Alves. En cuanto a los objetivos del Tarancón, Cañete no se esconde: “La exigencia es alta, hemos hecho una plantilla muy competitiva y la idea es meter al equipo en playoff”.