Momento del paseíllo del V Certamen de novilladas celebrado el 27 de julio Foto: GACETA
Gabriel Jaime
La feria taurina de La Solana dejó muy buenas sensaciones en el público y en la organización. Así lo ha asegurado el empresario adjudicatario de la plaza, Juan Carlos Ruiz, en declaraciones a la emisora municipal Radio Horizonte. “El balance es muy positivo. Lo más importante es que la gente salió satisfecha, tanto con el Grand Prix como con la novillada con picadores. Al final, se trata de que el público disfrute y quiera volver el próximo año”.
El certamen de novilladas, que este año cumplía su quinta edición y que se redujo a una sola tarde, destacó por la calidad de los astados y el trabajo de las cuadrillas. “El encierro estuvo muy bien presentado, digno para plazas de segunda categoría y con novillos que dieron opciones a los novilleros. También me gustó la lidia en general, que se desarrolló con mucha fluidez”, indicó Ruiz. A pesar de la bondad del ganado, el uso irregular de la espada impidió un mayor número de trofeos. “Los novilleros están bien preparados, algunos ya han toreado en plazas como Madrid, pero la suerte de la espada es así; ellos son los primeros que quieren estar bien”, puntualizó.
El aspecto artístico hizo vibrar a los tendidos en muchos momentos de la tarde, con detalles muy interesantes de los futuros matadores. Además, la asistencia al coso fue superior a la de ediciones anteriores, según reconoció. “Este año ha habido más público en general y más juventud en particular. La entrada gratuita para menores de 14 años, acompañados de un adulto, está dando resultado. Los niños acuden, se crea afición y, de paso, vienen los padres”, explicó el gerente de Roymar Toros. La Solana también notó esa corriente de savia nueva que se está aficionando a la fiesta taurina y que empieza a poblar los tendidos, como se puede apreciar en numerosas ferias por toda España.
El triunfador de la tarde, Jesús Romero, toreando de rodillas Foto: GACETA
Como de costumbre, el Grand Prix volvió a ser un éxito de convocatoria, y especialmente entre ese público joven. “Es un seguro de vida; trabajamos cada año en renovar las pruebas para que no se repitan y mantener el interés”, señaló el gerente. Según explicó, este tipo de espectáculos despierta la curiosidad de muchos asistentes por la tauromaquia tradicional, lo que contribuye a crear afición. “Salen con las ganas de ver un espectáculo mayor y un animal más grande, es decir, el toro”.
Sobre su continuidad regentando el coso de la calle Alhambra y el futuro del certamen de novilladas, Ruiz se mostró esperanzado: “Es nuestra quinta edición y creo que está consolidada. Termina el contrato y hay una prórroga que habrá que estudiar con el Ayuntamiento, pero la idea es continuar”. El empresario recalcó que se están haciendo las cosas bien para fomentar la fiesta. “Que la gente salga contenta es lo que nos motiva a seguir”, concluyó Juan Carlos Ruiz, dejando abierta la puerta a una sexta edición.